Peter Jackson atrajo la atención de los aficionados al cine gore cuando, siendo aún muy joven, comenzó a rodar sus propias películas como director aficionado. Títulos como Mal gusto o Braindead: Tu madre se ha comido a mi perro forman parte de la memoria colectiva de los aficionados al cine de terror con locas dosis de humor.
La madurez llegó con Criaturas celestiales, camino que facilitó que más tarde se convirtiera en una gran celebridad tras dirigir la trilogía de El Señor de los anillos. Ansiosos y espectantes, ahora todos aguardan el estreno de El Hobbit.
Muy aferrado a Nueva Zelanda, su tierra natal, resulta sorprendente cómo alguien que comenzó con unos escasos recursos cinematográficos ha conseguido convertirse un cineasta con tanto éxito.
FICHA TÉCNICA