El edificio es como la proa de un buque dispuesto a elevar anclas y a zarpar, sobre el martillo del dique principal del puerto exterior de Ferrol, abierto a las vistas del río.
Para dar respuesta a este reto paisajístico se recurre a un repertorio formal basado en volúmenes puros que, por un lado, se integran en la geometría del propio dique y, por otro lago se remiten a las formas propias de la arquitectura naval.
Desde el punto de vista funcional, el edificio acoge el programa de usos planteado por la Autoridad Portuaria, permitiendo desde sus plantas altas vistas perimetrales de todo el Puerto y dela río. Un sistema de rampas exteriores permite salvar la diferencia de cotas entre los espaldones del dique y acceder a la cubierta transitable.
En consecuencia, los objetivos prioritarios que se persiguen con la solución adoptada son los siguientes:
a) Singularidad y representatividad. El edificio debe convertirse, dentro del Puerto Exterior, en un hito y foco de atención.
b) Funcionalidad y flexibilidad. Tanto en la concepción del espacio como en el diseño de la estructura y las instalaciones, se ha buscado que el edificio sea versátil y adaptable a los cambios que en el futuro sean necesarios.
c) Edificio inteligente y arquitectura “high tech”. Aportar las últimas innovaciones tecnológicas, tanto en materiales como, sobre todo, en instalaciones, configurando así un “edificio inteligente” y situándonos dentro de lo que se conoce como arquitectura “high tech”.
d) Economía, Mantenimiento, Explotación. Conseguir una inversión económica a largo plazo por su calidad constructiva y sencillez de diseño, con gastos de mantenimiento y explotación reducidos.
Para conseguir los citados objetivos, se han adoptado los siguientes criterios básicos de diseño:
1. El edificio como contenedor.
2. Diafanidad y transparencia
3. Eficiencia energética.