Después de esa llegada, hoy tenemos un día muy bien organizado y es que la ciudad de Edimburgo todavía tiene mucho que enseñarnos.
Para comenzar a conocer la ciudad nada mejor que visitar la atracción turística más visitada de Escocia, el Castillo de Edimburgo.
Para que os de tiempo a cumplir el itinerario,deberíais estar en el castillo como máximo sobre las 10 de la mañana, así tendréis que esperar menos tiempo en la cola.
La visita completa al castillo os llevará unas 3 horas, por lo que tendréis que estar un poco pendientes para asistir al cañonazo de la 1 en punto. No podéis dejar de visitar la Capilla de Santa Margarita, las Habitaciones Reales, los Honores de Escocia y las distintas prisiones.
Después del visitar el castillo bajaréis por la Royal Mile para visitar la Catedral de St Giles que, aunque realmente no tiene el título de catedral, así se la llama y merece una visita.
Para no perder demasiado tiempo, podéis comer algo rápido en los bares cercanos. Calculamos que en este momento serán las 14:00 horas.
Retrocediendo unos metros sobre vuestros pasos tomaréis Bank Street donde os encontraréis con el Banco de Escocia. Bajando por Bank Street llegaréis a unas escaleras que bajan hasta The Mound, donde se encuentra la Galería Nacional de Escocia.
La Galería Nacional es gratuita y, aunque no os guste demasiado el arte, bien se merece una visita, por lo que podéis dedicarla un poco de tiempo.
Saliendo del museo y tomando Princes Street hacia la derecha llegaréis al Monumento a Scott, desde donde se obtienen unas vistas geniales del centro de Edimburgo. Si no tenéis claustrofobia y no os importa subir escaleras, animaros a subir hasta la altura más elevada.
Una vez abajo, cruzando la calle veréis Jenners, el centro comercial más famoso de Edimburgo. Aunque no queráis comprar nada, podéis adentraros 10 minutos para daros cuenta de por qué se le llama el “Harrods escocés”.
Saliendo del edificio deberéis tomar la calle St David para llegar a la plaza St Andrew. En esta plaza se encuentra Harvey Nichols, otro conocido centro comercial de precios elevados.
Desde este punto podéis tomar George Street, tal vez la calle más exclusiva de Edimburgo, para conocer sus casas y sus tiendas. Entre George Street y Princes Street se esconde Rose Street, otra bonita calle comercial.
Si no os habéis detenido mucho tiempo en cada lugar, aún tendréis tiempo para entrar en algunas tiendas, tomar un café en The Dome, pasear por la zona hasta que anochezca o visitar los Jardines de Princes Street.
Por la noche, ya sea antes o después de cenar, es el momento ideal para hacer alguno de los tours de fantasmas en español que encontraréis en la Royal Mile (entre la Iglesia Tron y la Catedral de St Giles). Tampoco debéis descartar la visita a Mary King´s Close, tiene la ventaja de cerrar bastante más tarde que el resto de las atracciones.
Durante la noche descansar porque mañana habrá un día muy cansado =)
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