Cosas del lenguaje jurídico, dirán, que necesita de un exégeta experto para su traducción al román paladino.
Pues bien. Hasta tal extremo ha llegado la cosa que el Gobierno ha elaborado un Manual de Estilo o Libro de Estilo para que los jueces escriban con claridad.
De las quejas llegadas al servicio de Atención al Ciudadano del CGPJ se desprende que "un 82% de los ciudadanos consideran que el lenguaje de los jueces y fiscales es «excesivamente complicado y difícil de entender».
Veamos algunos de lo problemas más habituales:
- Párrafos interminables y sin puntos; uso incorrecto de los signos de puntuación;
- Exceso de frases subordinadas y de mayúsculas;
- Empleo de arcaísmos y locuciones latinas o referencias ambiguas;
- Reiteradas incorrecciones sintácticas y gramaticales;
- Excesiva frecuencia de la preposición «a» con el sentido de «para» o «a fin de»;
- El abuso del futuro del subjuntivo (hubiera, tuviere), que prácticamente ha desaparecido del uso habitual del idioma, y la incorrección de los tiempos verbales.
- Uso de los arcaísmos (mendaz por falsa) y las locuciones latinas (iuris tantum por admite prueba en contrario).
Las recomendaciones que realiza el Ministerio de Justicia parecen sacadas de un manual de Lengua Castellana de la Educación Básica. Pero más vale tarde que nunca:
• El párrafo:
- La extensión no debe sobrepasar los límites razonables.
- No redactar párrafos excesivamente largos ya que de lo contrario el lector o el oyente no podrán retener la información y mantener la atención.
• La oración:
- Emplear frases breves y de sintaxis más sencilla.
- Ordenar, dentro de lo posible, los enunciados conforme a su orden lógico (sujeto, verbo y complementos...)
- Evitar el exceso de subordinadas. Esta práctica genera dificultades de comprensión, ambigüedades y posibles dobles interpretaciones. Para evitarlo, dividir la oración.
- Puntuación: Uso correcto de los signos de puntuación.
- No hay coma entre el sujeto y el predicado;
- No hay coma entre el verbo y los complementos directo, indirecto, de régimen, atributo y predicativo.
- Construcción con gerundios: Los textos jurídicos abusan del uso de gerundios que dan lugar a construcciones agramaticales.
- Sustituir el gerundio por una oración.
• Uso de formas verbales.
- Evitar las formas arcaicas del subjuntivo, como el futuro de subjuntivo: hubiere, tuviere, viniere…
- Evitar el uso incongruente de los tiempos verbales. Debe evitarse al narrar hechos acaecidos en el pasado combinando presente y pasado.
• Mayúsculas y Minúsculas.
- Uso incorrecto de las mayúsculas en los plurales.
- Uso excesivo de mayúsculas para designar el uso genérico de instituciones.
• Terminología: Sustituir o explicar
- Arcaísmos
- Locuciones latinas
- Terminología técnica.
• Cómo debe ser una descripción:
ordenada, precisa, exacta y clara; debe seguir un orden y, si es posible, ser concisa (para captar con mayor claridad los aspectos importantes).
• Cómo debe ser una narración:
- «Implica retratar un suceso o acontecimiento». Es decir, un relato ajustado a lo sucedido, «completo en la enumeración de personas y circunstancias» (qué, quién, cómo, dónde y cuándo).
- Nada de valoraciones subjetivas (por qué).
- La argumentación de una resolución ha de ser «explícita» y escrita con un lenguaje «inteligible».
El objetivo de este Manual de Estilo es evidente:
"Gabriela Bravo, portavoz del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y miembro de la comisión, explicó que el objetivo fundamental del manual es «garantizar el derecho que tiene el ciudadano a entender una resolución judicial». «Y para ello -agregó-, tiene que utilizarse un lenguaje claro y sencillo que sea compatible con el rigor que la ciencia jurídica exige»."
Bienvenido sea
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Bibliografía:
• elperiodico.com
• Modernización del lenguaje Juridico. Ministerio de Justicia.
• La imagen está sacada de este premonitorio apunte: Contra la efectación del lenguaje jurídico.