"¡Aquí, Radio Progreso presentando…!”
39 AÑOS EN ANTENA DE UN PATRIARCA DE LA VOZ
Alegrías de sobremesa, Un domingo con Rosillo, Discoteca Popular...
Sus programas eran verdaderas enciclopedias habladas de la música cubana.
HOMENAJE AL MAESTRO QUE SE BAJA DEL TREN DE LAS ONDAS CON 84 AÑOS
Sosegado, locuaz en sus análisis, certero en cada acotación. Son las precisas que hacen de Eduardo Rosillo un hombre radio de élite, un decano que ya es fuente imprescindible de la radio y de aprendizaje por excelencia.
Acaba de echar el cierre en Cuba al programa que le dio nombre en sus dominios musicales: "Un domingo con Rosillo" (Radio Progreso, La Habana). Antes lo hizo con "Alegrías de sobremesa". También será recordado su paso por la "Discoteca Popular". A todos dio identidad y un estilo propio.
Eduardo Rosillo es portador de un estilo exclusivo en el arte de la locución. Su boom sonoro nacional empezó como precursor de la clásica Discoteca Popular de Radio Progreso, a la cual hizo aportes con su tono conversacional.
Amante empedernido de su familia, de Cuba, su pueblo y, sobre todo, de la música cubana, Eduardo Rosillo lega una trayectoria de treinta y nueve años en Radio Progreso, la Onda cubana de la Alegría.
Su particular distinción, tanto en la "Discoteca Popular", como en la "Discoteca del Ayer", o en su querida "Alegrías de Sobremesa" guarda para siempre la emblemática entonación: "¡Aquí Radio Progreso, presentando...!"
EDUARDO ROSILLO
Nació el 20 de febrero de 1929, en La Maya, Alto Songo, entonces provincia de Oriente. Sus inicios en la locución se remontan a la Emisora CMKT, de su pueblo natal, en 1949. Hizo época en la CMKC de Santiago de Cuba. Se inmortalizó en Radio Progreso, Cadena Nacional.
EL HOMENAJE
Sin dudas, el programa por el que Eduardo Rosillo pasará a la posteridad, será Alegrías de Sobremesa. En “La Onda de la Alegría”, Radio Progreso, alcanzó todo su esplendor, y por la puerta grande de esa casa salió el patriarca de la voz.
Hace dos domingo —el 9 de junio—, toda Cuba escuchó al aire, por última vez, el popular espacio “Un domingo con Rosillo”, en directo desde el estudio-teatro “Benny Moré” de la emisora de La Habana.
Ovaciones desde el público se produjeron al ocupar su luneta el maestro de la locución, quien llegó acompañado de familiares y amigos. Se escuchó claramente:
“Rosillo, tienes un pueblo”, fue poco para resumir la inmensidad de un hombre que ha hecho cátedra ante el micrófono y en los entresijos de la música, su gran pasión como estudioso y comunicador.
Alfredo Ballesteros Alfonso, colega y amigo, habla de su vida y de como llegó al micrófono: "Este hombre radio un día salió del municipio Songo La Maya, en Santiago de Cuba, resuelto a conquistar los medios de comunicación nacionales, y lo logró".
Dicen desde La Habana, que el homenaje a Rosillo fue una fiesta de la élite. Le arroparon reconocidos artistas que compartieron micrófonos con el decano, así como el elenco del reconocido espacio de Radio Progreso “Alegrías de Sobremesa”. Nombres ya célebres de la actuación como Aurora Basnuevo y Mario Limonta, acudieron al adiós al maestro.
Como no podía ser de otra manera, “La Charanga Rubalcaba" y el grupo “Compay Segundo” levantaron a todo un público que bailó en pleno estudio como tributo de su adiós. Rosillo no pudo contener la emoción. El Septeto Habanero, las orquesta Maracaibo y Siglo XX, pusieron alguna de sus piezas a la despedida de la voz que les popularizó.
Otros amigos, quienes por motivos de distancia no pudieron estar presentes se comunicaron a través de la vía telefónica, como el locutor Manolo Oballe, desde España y Gonzalo González, desde Santo Domingo, República Dominicana.
“En nuestras memorias vivirá por siempre esa frase que con entonada satisfacción y alegría te ha acompañado desde siempre, cuando pronunciabas: ¡Aquí, Radio Progreso presentando…”, resalta uno de los reconocimientos que recibió el patriarca de la voz.
El cierre estuvo a cargo de “La Aragón”, una de las orquestas cubanas mas emblemáticas que tiene un espacio habitual cada lunes en “Alegrías de sobremesa”. Eduardo Rosillo la presentó durante años.
Alfredo Ballesteros es elocuente en su crónica desde La Habana. "En familia pasamos tres horas de transmisión. Allí, Eduardo Rosillo, maestro de locutores, dijo adiós a los micrófonos, porque el locutor, el maestro, el amigo, será recordado por cada uno de los oyentes, compañeros de trabajo, por la familia de músicos de esta isla, como un fiel defensor de la música cubana".
Cualquiera de sus programas eran verdaderas enciclopedias habladas de la música. Eduardo Rosillo ya es un mito de la radio cubana.