Revista Opinión
En una interesante entrevista publicada en El País al ministro de educación, José Ignacio Wert, ese que cada vez que habla la lía, y que no vendría nada mal que se estuviese calladito un tiempo, el ministro manifiesta sin tapujos que "El 95% del contenido de esta reforma está orientado a la mejora de la calidad." y que además, "No pretendo que la educación sea un mundo que pueda quedar al margen de cualquier supuesto ideológico". A la pregunta de por qué la religión tiene que seguir en los colegios, contesta: "No creo que sea dogma de fe que la religión tenga que estar en la escuela. Es una opción política". Que se les apetece, vaya.Es decir, la calidad de la educación en este país es importante para su ministro de educación, pero vaya, hay que dejar un sitio para la ideología. Religión en colegios públicos, separación por sexos en colegios financiados con dinero público...las decisiones no se toman sólo pensando en lo mejor para el alumnado, sin no en los intereses ideológicos del partido de turno, de los señores con sotana y gorrito gracioso que les mandan, etc.Hombre, hay que reconocer al zopenquillo este que al menos lo dice públicamente pero es que manda cojones, así nos va con la educación en este país. Cada gobierno se limita a desmontar lo hecho por el anterior y a poner en marcha una reforma nueva, con la gran amplitud de miras de 4 años, y que una tras otra han demostrado no servir para nada.Creo que si cualquier gobernante de un país serio mira la cantidad de reformas y leyes educativas españolas, endría para reírse unos meses.Pero claro, esto es España, no un país serio.