Revista Diario

Educación en valores: Amabilidad

Por Bergeronnette @martikasprez
Leo en definicion que la amabilidad es:
la cualidad de amable. Este adjetivo se refiere a aquel o aquello que es afable, afectuoso o digno de ser amado. Por extensión, se conoce como amabilidad a la acción amable.
Que la verdadera amabilidad es aquella que nace de manera espontánea, natural y sin ningún tipo de interés o de intención de conseguir algo.
Todo ello sin olvidar que cuando se produce esa amabilidad libre, universal y que ejerce como valor es cuando se puede decir que el individuo que la lleva a cabo es una persona absolutamente madura.
Educación en valores: Amabilidad Se establece además que la amabilidad es un valor que debe enseñarse desde bien pequeños y eso se tiene que llevar a cabo no sólo en lo que es la escuela sino fundamentalmente en el propio hogar. Para conseguir que cualquier niño aprenda a ser amable es importante que sea en un ambiente donde pueda descubrir de manera clara qué significa aquella y cómo puede llevarla a cabo. Porque la amabilidad no nace, sino que la vamos ajustando nosotros mismos.
Tanto es así que cuando se habla de la educación en valores se incluye la citada amabilidad. Así he podido ver en innumerables resultados de google. De esta manera se asientan una serie de acciones que pueden ayudar al niño a, desde temprana edad, conseguir llegar a ser amable. En este sentido, se habla de “pequeñas actitudes o tareas” tales como compartir su material escolar con sus compañeros, saludar a las personas conocidas, dar de comer a su mascota o agradecer a sus padres la comida que cada día le preparan.
La amabilidad entra dentro de las habilidades sociales de cada uno, y que entronca con la colectividad. El niño es impulsivo por naturaleza, pero desde bien pequeños, nos encargamos de enseñarles a decir "gracias" y pedirlo "por favor", a cederle el asiento a una persona mayor, o a sostener la puerta a tu madre, cuando viene cargada de bolsas...
Enseñar a ser amable es un ejercicio de modelaje. Nosotros, como padres, o como educadores, vamos dándole forma a nuestros hijos tanto en su comportamiento diario, como en las normas de comportamiento social de las que hablaba antes.
Y como siempre, somos nosotros mismos, el modelo donde nuestros hijos se verán reflejados y que trataran de imitar. Si nosotros saludamos a las personas, les damos las gracias, les ayudamos a cruzar la calle... etc, ellos harán lo mismo.
¿Te ha gustado? Este mes, ¡Mamá qué sabe! continua su -nuestra- propia revolución, con el mes de los valores, podréis leer muchos más recursos en su página de fb, así como durante estos días en mi blog. Animaos a participar y a comentar.

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