Educación financiera para los niños y jóvenes

Educación financiera para los niños y jóvenes


La crisis económica está poniendo de manifiesto la importancia de formar a las nuevas generaciones en educación económica y financiera para prepararlas en una buena administración del dinero y de la economía personal, familiar y social. Cada día se advierte de forma más evidente que la formación económica deberá formar parte de la educación de los niños en la medida que los prepare para gestionar eficientemente su economía y estar capacitado para ejercer como un buen sentido económico y financiero de sus actos. Es preciso que los niños aprendan a manejar un presupuestos, que sepan economizar, que sepan asumir un presupuesto y fijarse al mismo, y además que sepan comprar bienes y servicios de una forma responsables. Construir un sistema económico y financiero justo y solidario depende de todos y de los actos de todos, por ello es conveniente preparar a los niños a ser eficientes en la administración de los recursos.

Especialmente sensible es todo lo relativo a la capacidad de los niños sobre el “ser un consumidor responsable”, habrá que hacerle comprender que en el acto de compra reside la mayor parte de la soberanía de los ciudadanos del mundo en una economía globalizada, que cada vez que compran deciden sobre un producto, un modelo de producción y sobre la sustentabilidad de la tierra. La economía se sustenta en nuestra capacidad de consumismo, en nuestro afán turbocomprador (como nos explica Lipovetski) y enseñar a los niños a ser compradores responsables se convierte en una estrategia capital en las nuevas sociedades del conocimiento. Los niños deben estar preparados para no ser víctima de la ansiosa publicidad mercantil,  inmolado en uno instrumento financiero diseñado para engañar, o preso de deudas o hipotecas que le gravarán toda la vida de forma desproporcionada. Los niños deben saber que para el sistema económico y financiero son presas fáciles, cautivas del imperio del dinero y de las expectativas y necesidades creadas, tienen que saber mirar por arriba y comprender las consecuencias de sus compras y de sus actos económicos por muy pequeños que sean, y tienen que adquirir competencias para no caer en las manos de la esclavitud económica. Esta realidad del consumo responsable será una cuestión capital en sus vidas. Además debemos de enseñarle a actuar de una forma solidaria y justa, que sepan que los bienes están muy mal distribuidos en la tierra, que unos tienen mucho y otros muy pocos, y que son ellos los que tienen que construir una sociedad del conocimiento más inclusiva. Ese es su reto.Aporto algunos materiales de educación financiera de los niños