El Gobierno acaba de anunciar la retirada de Educación para la Ciudadanía (EpC), asignatura de ingeniería social de primaria y secundaria que desde 2006 pretendía convertir a chicos y chicas en nuevos seres calco del posmodernismo socialdemócrata, buenista, pacifista, igualitario y pasivo.
Trataba de cambiar las características del sexo masculino o femenino, neutralizadas como género; tanto, que en numerosas escuelas progresistas, especialmente de Andalucía, se invitaba a los niños para que actuaran como niñas, y viceversa.
Al no existir la diferencia sexual, negando la biología, y al condenar todo esfuerzo competitivo, se transmitía que eran iguales todas las prácticas sexuales cuyas variables debían experimentarse para adoptar las más satisfactorias. En algunas escuelas la zoofilia era una práctica simplemente alternativa.
Satisfacción y comodidad. Nunca esfuerzo o sacrificio. Toda idea o forma de vida era respetable y envidiable, incluyendo las creencias más reaccionarias, con excepción de las que emanan del judeocristianismo.
El valor máximo del ser humano es el pacifismo, incluso la cobardía ante cualquier agresión porque la paz es la única meta deseable.
También es necesaria la justificación y defensa de las ideas del otro, un relativismo cultural que aprobaba la desigualdad opresora de pañuelo en la escuela, incluso el burka, como lícitas expresiones culturales.
Pero en noviembre, unos días después de que Rajoy ganara las elecciones, una encuesta de la Federación de Mujeres Progresistas (FMP) revelaba que el 80 por ciento de los estudiantes de 14 a 18 años cree que las chicas deben complacer a sus novios, y el sesenta por ciento considera que una mujer se realiza cuando tiene novio.
Lo decían todos los “géneros” educados en los últimos ocho años por el zapaterismo, por lo que resultaba asombroso --o quizás lógico-- que tales géneros fueran más sexistas que las últimas generaciones de ambos sexos formadas bajo el franquismo.
A Zapatero le salió todo al revés, y donde quería castratis le nacieron inesperadamente chicas y chicos machistas.
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SALAS
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JAMES SKINNER
Aunque quiere ser optimista James Skinner describe en Hackwriters "The Scurge of Unemployment in Spain", El flagelo del desempleo en España, un análisis bastante demoledor sobre el futuro de nuestro país, sumido en múltiples crisis que sólo una casi imposible alianza PP-PSOE podría atenuar.
Vale la pena leer este nuevo trabajo de James en la revista por lo menos tendrá un año de vida más.