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Educación Sexual En La Infancia: Cómo Llevarla A Cabo

Publicado el 18 julio 2023 por Mamatienemuchosueno

Cuando hablamos de educación sexual, nos imaginamos un grupo niñ@s de 8, 9, 10 años o más, en su cole, recibiendo una charla de expertos en este tema, algunos de ellos aburridos y otros descubriendo cosas que nadie, hasta ese día, parecía haberles explicado. Y si, aunque estas charlas son muy importantes (deberían darse de manera continua), en muchas ocasiones se nos escapa que la educación sexual debería empezar en casa, desde la más tierna infancia, y que, aunque el cole hace su papel, gran parte de la responsabilidad de inculcar buenos valores sexuales es de los padres.

Es un tema delicado, lo sé; pocas familias deciden enfrentarse a ello (por suerte, cada vez son más las que sí que lo hacen). En muchas ocasiones tenemos la idea de que, para ello, es necesario sentarnos con nuestr@ pre-adolescente, que está más interesado en salir con sus amigos que en escucharnos, y darle una charla que seguramente le aburrirá.

Pero no, lo cierto es que los inicios de la educación sexual no deben darse en pre-adolescentes ni mucho menos necesitan de una incómoda charla. La educación sexual empieza a gestarse desde la infancia, en el día a día; fomentando el respeto por el cuerpo de los más pequeños y su intimidad, y haciéndoles ver que existen una serie de comportamientos que deben tolerar y otros que bajo ningún concepto deben permitir ni realizar. En nuestra mano está transmitirle unos valores adecuados de respeto por si mismos y por los demás, y esto se consigue con el día a día, con la práctica y con el sentido común.

Veamos unos cuantos consejos para conseguirlo.

1-Darle la libertad para decir NO

Durante nuestra vida vamos a tener que decir NO en muchos momentos. El NO se relaciona con ser asertivo. Se trata de no tolerar ciertas cosas que no queremos hacer, aún cuando otros quieran que lo hagamos. Desde situaciones tan simples como ir a un lugar donde no nos apetece ir, dejar de jugar a un juego que nos aburre, hasta tener la decisión de parar una relación sexual si no queremos tenerla.

Aunque parezca mentira, existen personas que pueden llegar a querer complacer a otros llevando a cabo conductas o planes que en verdad no quieren hacer. Esto puede ocurrir por diferentes motivos, entre los más comunes:

  • Tener problemas de autoestima, sentirse inferior a la otra persona, y pensar que deben prevalecer otros criterios antes que el suyo. Que lo que quiere no es importante en comparación con lo que quieren los demás.
  • Tener miedo a las consecuencias de decir no, lo que supone haber sufrido una educación demasiado autoritaria en su infancia, con castigos frecuentes por no querer cumplir con lo que dicen los demás.
  • Ser dependiente de los demás.

Es importante, desde bien pequeños, dejar que nuestr@s hij@s decidan sobre su cuerpo y respetar su voluntad. Para ello:

  • Respetar la intimidad del niño o niña, evitando, por ejemplo, mostrar sus partes íntimas en público.
  • Pedir permiso para bajar sus pantalones o desnudarles (aunque estemos solos con ell@s), y respetar si no quieren que lo hagamos nosotros. En este caso, es importante darles la autonomía para que lo hagan ellos, si eso es lo que desean.
  • Respetar sus negaciones ante cualquier situación, dándoles a entender que su criterio es válido y que tiene el poder de decidir.

No obligarle a dar besos si no quiere hacerlo

A muchas personas no les gusta el contacto físico con desconocidos, y a veces tampoco entre conocidos.

Dar besos al saludar es una norma social que se ha intentado imponer durante muchos años, aún cuando es totalmente irrespetuosa con nuestra voluntad.

Está bien transmitirle a nuestr@s hij@s que tienen el poder de parar un contacto íntimo cuando ell@s quieran, pero si acto seguido les obligamos a dar besos, estamos mandando un mensaje totalmente contradictorio, porque les obligamos a mantener contacto físico aunque ell@s no quieran.

No pasa nada por no dar besos, ni por no querer sentarse encima de las piernas de alguien. No por eso dejan de ser sociales ni de relacionarse con los demás. Existen formas mucho más respetuosas de relacionarse eficazmente, como saludar con la mano o sentarse en otro lado para mantener una conversación.

Respetemos la voluntad de nuestros peques a DECIR NO a dar besos. De esta manera, estaremos reforzando el anterior consejo, dándoles a entender que pueden decidir sobre su intimidad y su cuerpo, y lo que hacen con él.

Hace un tiempo ya hablamos sobre si debemos obligar a dar besos. Te invito a leer el post.

El sexo NO debe verse como un tabú

El sexo no es malo, y por tanto no podemos transmitir la imagen de que lo es. Tampoco debemos evitar hablar de ello. Existen infinidad de situaciones en las que se nos va a presentar la oportunidad de explicar algunas cosas relacionadas con ello. Estas situaciones se van a dar desde la primera infancia, y debemos ofrecer explicaciones de la manera más sencilla posible.

Por ejemplo, un niñ@ puede preguntar cómo nacen los bebés, y esto será una oportunidad de oro para explicarles que nacen del amor de dos personas que se quieren mucho. También pueden preguntar por nuestras zonas íntimas, mostrando curiosidad por ellas. Esto nos dará pie a explicar que nadie puede tocarlas y que él o ella tampoco puede tocar las zonas de nadie. Aunque no den pie a conversaciones explícitas, estaremos sentado las bases de un conocimiento sano y adaptado.

Obligar a desnudarse en público y/o dar besos en contra de su voluntad son señales de que le estás faltando el respeto a tu hij@, y estás enseñándole que siempre debe hacer caso a los demás, sin importar sus necesidades y sus intereses. ¡Para esto con estos consejos!

Educación Sexual En La Infancia: Cómo Llevarla A Cabo

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