El aprendizaje siempre fue social, personalizado y grupal. La educación individual, estandarizada y masiva.
El aprendizaje es comunitario, la educación colectiva. El aprendizaje es automotivado y la educación impuesta. El aprendizaje es adaptativo, abierto y flexible mientras que la educación es más bien cerrada y rígida.
El aprendizaje tiende a ser reticular y conectado, distribuido y multi-nodal mientras que la educación es lineal y unidireccional. El aprendizaje necesita conectar. La educación necesita separar para ser eficiente. El aprendizaje es simétrico, la educación está orientada.
El aprendizaje no tiene espacios ni tiempos. La educación sí. El aprendizaje es ubicuo, la educación en puntual y concreta. La educación está estructurada, ordenada y secuenciada y en el aprendizaje predomina el desorden y la improvisación.
El aprendizaje es espontáneo, la educación está programada. La educación es jerárquica, el aprendizaje no. La educación es sistemática, el aprendizaje es orgánico. La educación se mide y se evalúa, el aprendizaje se construye y se utiliza. La educación es moderna.
El aprendizaje siempre existió aunque en ocasiones estuviera muy localizado y fuera periférico y marginal. A la educación le cuesta innovar, el aprendizaje es innovación constante.
El aprendizaje siempre es local, situado y contextual, la educación tiende a lo global y lo universal. El aprendizaje nos diferencia, la educación nos iguala. El aprendizaje moviliza lo complejo pero es sencillo.
La educación tiende a simplificar pero es compleja. El aprendizaje puede darse en lo formal, pero su entorno natural es lo informal. El objeto de la educación es el aprendizaje pero tiene más objetivos. A la educación se la exige mucho más.
Se la pide que garantice la igualdad, la accesibilidad y la redistribución del conocimiento y durante años pensamos que también la movilidad social. El aprendizaje es más libre, tiene menos compromisos y responsabilidades. La educación no parece tener límites, el aprendizaje está limitado. A la educación la evaluamos continuamente y está constantemente bajo sospecha.
El aprendizaje no. Muchos quieren acabar con la educación. El aprendizaje, sin embargo, está de moda. Hablar de educación es buscarse problemas. Hablar de aprendizaje es invocar soluciones. La educación escala bien. El aprendizaje, sin embargo, no escala nada. Necesitamos escala.
Pero la educación nunca ha sido un sistema totalmente cerrado, siempre ha acogido aprendizajes no reglados y prácticas informales. Siempre ha habido incursiones del uno en el otro. A veces hemos querido educar al aprendizaje, normalizarlo y estandarizarlo para así poder replicarlo infinitamente y otras hemos intentado desprocedimentar a la educación para hacerla más relevante y más situada, más flexible y más adaptable. Más humana si cabe, más comunitaria.
Lo que está claro es que necesitamos más aprendizajes y mucha más educación no menos. Pero sobre todo lo que necesitamos es un entorno que favorezca la mezcla, el intercambio, el desorden, la hibridación, el cruce de fronteras. Abrir la educación y expandir el aprendizaje.
Desordenar la educación y entender el aprendizaje para replicarlo en otros contextos. Necesitamos incorporar las prácticas y las maneras de hacer del aprendizaje a la educación. Hacer más comunitario lo colectivo. Más personal lo individual. Y más social lo masivo. Los dos son necesarios. Los dos son importantes.
Fuente: Blog de Carlos Magro.
C. Marco