¿Educamos a nuestros hijos para que sean felices?

¡Bienvenido al blog de Mundo Ludic, la guía de actividades para tus fiestas y eventos infantiles! Esperamos que te guste este post.

Hoy nos ha dado por pensar… Y es que los peques de MUNDO LUDIC acaban en estos días el cole, y piensas… “Otro año más… Se van haciendo mayores y el tiempo pasa volando…” El tiempo pasa y haces balance y piensas si tus hijos e hijas son felices, si los estas educando para que sean felices. Justo ayer leímos este artículo de Alaya Infancia y suscribimos a pies juntillas todo lo que dice:

http://www.alaya.es/2015/06/17/como-educar-ninos-y-ninas-felices-y-seguros/

A veces pensamos si estamos educando a nuestros hijos para que sean felices
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Varias cosas importantes :

- Respetar: no basta con enseñarles a respetar a los demás. La labor empieza porque nosotros mismos les respetemos a ellos. Es dar ejemplo, y a la vez es permitirles su propio empoderamiento, y por ende facilitarles su proceso madurativo.

- Demostrarles nuestro amor, de manera incondicional. Sentirse queridos les da seguridad, ya lo sabéis. Nuestro amor debe ir unido a la ardua tarea de ponerles límites, para que ese amor no se nos sea devuelto con tiranía por su parte. Os suena, ¿verdad?

- Frente al vicio de adoctrinarles, la virtud de escucharles. Y aquí nos referimos a escucharles con los 5 sentidos, si me apuras. Cuando ellos/as sientan que tú sabes escucharles habrás ganado una batalla importantísima para los años venideros: la de la comunicación.

- Y ante todo, que jueguen. El juego es primordial para su desarrollo evolutivo, ya lo hemos comentado en este blog en reiteradas ocasiones. Muchos nos reconoceremos en la típica situación en la que “les enchufamos” a la tele para poder disponer de un rato, y no precisamente para descansar… Incorporar el juego es sus rutinas es vital. Juego en solitario, entre hermanos/as, con sus padres, con los amigos…

Y a partir de ahí, solo nos queda confiar en que en base a eso, y a pesar de las dificultades en las que se puedan ver durante los años de la infancia, podremos decir que hemos educado a nuestros hijos para que sean felices. ¿Acaso hay mayor éxito?