Estudiar una carrera universitaria o llegar a ser un profesional cualificado con un buen nivel de vida, es el futuro que cualquier padre desea para su hijo, sin embargo, estos logros no son más importantes que desarrollarse como un ser humano íntegro, que sabe apreciar lo que le rodea y se muestra respetuoso consigo mismo y con los demás.
Los valores de una persona, son los que definen como se relaciona con el mundo y el lugar que quiere ocupar en él, por ello debemos tenerlos muy presentes a la hora de educar.
¿Qué se entiende por educar en valores?
Una persona valiosa, lo es por cómo se comporta consigo misma y con los demás. Algunos pueden pensar que la valía se obtiene a través de consecuciones materiales o académicas, sin embargo, nada más lejos de la realidad, ya que esos logros serán satisfactorios temporalmente y nunca nos llevaran a la verdadera plenitud. La realización personal solo se encuentra a través de la interiorización de valores positivos.
Educar en valores, consiste en enseñar aquellos principios que les guiarán en su vida, las creencias que determinarán las cosas que son importantes para nosotros y que nos harán elegir entre un comportamiento u otro. Algunos valores positivos a la hora de educar son:
1. Respeto
Es un valor fundamental para el desarrollo y la convivencia, sin el cual resulta difícil para el niño relacionarse con los demás de una forma sana y aceptar la autoridad.
Para educar en el respeto, debemos establecer límites a nuestros hijos, ya que ellos todavía no son capaces de guiar su comportamiento adecuadamente. De esta forma aprenderán a asumir normas establecidas y a respetarlas. Con ello, estaremos trabajando también la tolerancia a la frustración, ser capaces de asumir que las cosas no siempre serán tal y como uno desea y es necesario saber aceptarlo.
Además, es importante inculcar el respeto hacia los sentimientos, opiniones y diferencias en otras personas, para que se eduquen como personas flexibles y tolerantes.
2. Sinceridad
La sinceridad es el valor en el que se basa la confianza, y ésta a su vez es la base de cualquier relación personal. Para inculcar sinceridad en los niños, debemos estar abiertos a escucharlos y mostrarnos comprensivos, evitando reprochar, gritar o castigar cuando nos cuentan la verdad. Es importante transmitir que siempre es mejor afrontar las situaciones con honestidad y sentirnos libres con los demás.
3. Responsabilidad
Desde niños, debemos aprender a ser responsables para poder llegar a alcanzar las metas que nos propongamos. En casa, podemos asignar tareas a los pequeños como una forma de confiar en ellos y en su autonomía, además conviene establecer tiempos de estudio, normas para su habitación u otras cosas que se nos ocurran para que ellos mismos se responsabilicen de sus obligaciones.
4. Generosidad y humildad
La verdadera felicidad reside en la satisfacción personal con uno mismo y con aquello que le rodea, para transmitir este valor, debemos educar a los niños en humildad, de forma que aprendan a ser felices con lo que poseen y a ser generosos con los demás
Autodisciplina o fuerza de voluntad.
Educar en constancia y autodisciplina con los estudios, actividades extraescolares o cotidianas, reforzará la capacidad de sacrificio en nuestros hijos. Es importante animarlos a finalizar aquellas cosas que se proponen y transmitirles que los beneficios de nuestras acciones, a veces se obtienen a largo plazo.
El aprendizaje más profundo para nuestros hijos será, sin lugar a dudas, nuestro ejemplo, debemos tenerlo en cuenta y ser coherentes con lo que predicamos.