Revista Comunicación

EE UU estudia el principio del fin del rastreo libre al internauta

Por Jjsosa @sosaweb
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La Comisión Federal de Comercio de EE UU (FTC, por sus siglas en inglés) quiere complicar el rastreo de los hábitos de consumo de los usuarios de internet, una de las principales herramientas de los anunciantes en la red. Esta agencia considera que la labor autorreguladora es muy pobre y aconseja que se imponga un mecanismo de fácil uso para que el usuario elija o no ser monitorizado.

La Comisión Federal de Comercio de EE UU (FTC, por sus siglas en inglés)
Cuando un usuario busca oferta de colchones en la web en EE UU, los expertos en marketing tienen a su disposición herramientas para hacer seguimiento de ello. Las tiendas online que se visita y las palabras que se teclean en los buscadores para encontrar la oferta, por ejemplo. Esto ayuda a los publicitarios a afinar el objetivo de su mensaje con respecto a la persona que busca colchones y se le hacen llegar anuncios con respecto a esta búsqueda.

Pero esta actividad ha avivado el debate sobre la privacidad y animado a la FTC a proponer un acuerdo marco para el uso de los datos de los consumidores, un acuerdo que contempla la creación de un mecanismo simple y universal en todos los buscadores que permita optar por ser monitorizado o no. Se trata de una función llamada Do not track (no rastrear, en su versión traducida). Esta herramienta se parece mucho a un registro que se puso en marcha a principios de la década en EE UU, el llamado Do not call list (lista para no llamar) con la que se pudo elegir no estar en las bases de datos de las empresas de marketing telefónico.

La propia industria ha tratado de autorregularse para evitar la intrusión que en muchas ocasiones es invisible para los usuarios pero la FTC, que necesitará de la acción del Congreso para poner en marcha esta herramienta, cree que se ha avanzado poco y que las herramientas puestas en marcha no son ni fáciles de usar ni transparentes. Su principal queja es que parte de la información está a disposición de quienes puedan conectar los movimientos de un usuario y vender información de perfiles a terceros sin el conocimiento de éstos.

Las empresas con buscadores, como Google, Microsoft, Apple o Mozilla han recibido con cautela la propuesta, que puede significar una revolución para la forma en la que trabaja la industria de la publicidad en internet. Microsoft, no obstante, ha lanzado esta semana un herramienta en su Explorer 9 para proteger contra dicho rastreo.

En España, Gabriel Aldamiz, fundador de Chicisimo (http://chicisimo.es), un sitio en el que chicas de todo el mundo comparten su estilo de vestir, explica que la medida persigue dar más control a los usuarios sobre la información que tienen las empresas sobre ellos, pero no quitar la publicidad de las webs que se visita. “Lo que sí hará el do not track es que esa publicidad esté relacionada con el contexto de la página que visitas, no con tu perfil, así que simplemente, la publicidad será menos relevante”.

En su opinión, esto, unido al hecho de es un opt in (el usuario debe tomar la iniciativa de accionar el interruptor), “me hace creer que no mucha gente usaría el do not track, y, por tanto, no tendría mucho efecto en las empresas de internet y menos en las webs muy especializadas; si lo tendrá mucho en los sites genéricos”. Aldamiz destaca que la medida supone un toque de atención muy importante a la industria para que se autorregule de una vez, haga más obvio qué información está recogiendo y dé opciones a los usuarios.

Quienes no participan del celo de la FTC son los anunciantes desde donde se recuerda que mucho contenido “gratis” está apoyado en publicidad que puede caer, lo que además puede tener como consecuencia que se deje de innovar en un sector muy dinámico. Desde la Oficina de Publicidad Interactiva (Interactive Advertising Bureau) se apoya en términos generales que se controlen los rastreos pero se prefiere una autorregulación menos dura.

El temor, dado el éxito del do not call list, es que el Gobierno imponga un botón virtual que permita e incentive a los usuarios a mantenerse al margen del rastreo.

Javier Sánchez, fundador de ADNStream, una plataforma española de contenidos audiovisuales por internet, cree que la medida puede tener muchos beneficios para el internauta pero también puede llevar a forzar a muchas páginas web a exigir un registro voluntario de la gente para darle un servicio, “así que puede dar lugar a menos contenidos libres (sin registro) en internet”. Aun así, a Sánchez le parece lógico que se esté intentando evitar abusos del rastreo de datos, porque asegura que “da miedo que se sepa tanto de adónde vas; debe ser algo voluntario”.

Fuente: Cincodias


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