El gobierno del presidente Donald Trump confirmó su decisión de clausurar la oficina de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en Washington.
De acuerdo al comunicado oficial del Departamento de Estado emitido por su vocera Heather Nauert, “después de una revisión cuidadosa”, el gobierno decidió tomar esta decisión dado que la OLP “no ha tomado los pasos para avanzar el inicio de negociaciones directas y significativas con Israel” desde el pasado mes de noviembre de 2017, cuando renovó el permiso para que la oficina opere en EE.UU.
La administración asegura que en vez de ello, la OLP se enfocado en condenar el plan propuesto por Trump para resolver el conflicto palestino israelí sin que ni siquiera este se haya presentado, y que se han negado a acercarse a los norteamericanos con respecto a este esfuerzo de paz.
De la misma manera, otra de las razones otorgadas para el cierre de la oficina son los “intentos palestinos para promover una investigación sobre Israel por la Corte Penal Internacional”, se lee en el comunicado.
Nauert finaliza señalando que EE.UU. continúa creyendo en las negociaciones entre israelíes y palestinos y su compromiso para lograr la paz sigue firme, añadiendo que esto “no debería ser explotado por aquellos que buscan actuar como saqueadores para una distracción del imperativo de lograr un acuerdo de paz”.
Esta decisión llega a una semana de que la administración Trump también anunciara la detención de ayuda financiera de EE.UU. a la UNRWA, la agencia de la ONU encargada de los refugiados palestinos, de la cual era su mayor aportador.
La decisión se argumento bajo el hecho de que el gobierno de Trump considera a la UNRWA un organismo ineficiente e “irremediablemente” fallido en su estructura para canalizar los fondos que recibe a nivel mundial, los cuales ascienden a más de mil millones de dólares anuales.
Al tenor de esto, este fin de semana el gobierno norteamericano también anunció el recorte de una ayuda de 25 millones de dólares para hospitales palestinos en Jerusalén Oriental, indicando que los recanalizará hacia “proyectos de alta prioridad en otros lugares”.
La Casa Blanca apunta a estas acciones como maneras de presión sobre los palestinos para canalizarlos de nuevo a un nuevo proceso de paz con los israelíes, después de meses en que se han apartado de entablar conversaciones con EE.UU. debido al reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel por Trump el pasado mes de diciembre,
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