Importancia: Para muchas personas mayores, las limitaciones funcionales a largo plazo persisten después de una fractura de cadera. La eficacia de un programa de ejercicios en casa con supervisión mínima después de que finalice la rehabilitación de fractura de cadera formal no ha sido establecida.
Objetivo: Determinar si un programa de ejercicios en casa, en contacto mínimo con fisioterapeuta, mejora la función después que la rehabilitación formal de la fractura de cadera finalizó.
Diseño, lugar y participantes: Ensayo clínico aleatorizado, llevado a cabo entre septiembre de 2008 a octubre de 2012 en los hogares de 232 adultos mayores funcionalmente limitados y que habían completado la rehabilitación tradicional después de una fractura de cadera.
Intervenciones: El grupo de intervención (n = 120) recibió ejercicios orientados funcionalmente (como pararse apoyado en una silla, subir un escalón), enseñados por un fisioterapeuta y realizados de forma independiente por los participantes en sus casas, durante 6 meses. El grupo de control (n = 112) recibió en el hogar y por telefono educación nutricional cardiovascular.
Principales resultados y medidas: La función física fue evaluada al inicio del estudio, 6 meses (es decir, al término de la intervención) y 9 meses por evaluadores cegados. El resultado primario fue el cambio en función a los 6 meses medidos por Short Physical Performance Battery (SPPB, rango 0-12, mayor puntuación indica una mejor función) y el Activity Measure for Post-Acute Care (AM-PAC) para movilidad y actividad diaria (rango, 23-85 y 9-101, mayor puntuación indica una mejor función) .
Resultados: Entre los 232 pacientes aleatorizados, 195 fueron seguidos a los 6 meses y se incluyeron en el análisis primario. El grupo de intervención (n = 100) mostró una mejoría significativa con respecto al grupo control (n = 95) en la movilidad funcional (puntuaciones medias SPPB para el grupo de intervención: 6,2 [DE 2,7 ] al inicio del estudio, 7,2 [DE 3 ] a los 6 meses; grupo control : 6,0 [DE 2,8 ] al inicio del estudio, 6,2 [ DE 3 ] a los 6 meses y las diferencias entre grupos: [IC 95 % , 0,4 a 1,2] 0,8 , P < 0.001, con una media de movilidad AM-PAC grupo de intervención: 56,2 [DE 7,3] al inicio del estudio, el 58,1 [DE , 7,9] a los 6 meses, grupo de control: 56 [DE, 7.1] al inicio del estudio, 56,6 [DE , 8,1] a los 6 meses y entre los grupos diferencia 1,3 [IC 95%: 0,2 a 2,4], P = 0,03; y la media de AM-PAC actividad diaria para el grupo de intervención: 57,4 [DE 13,7 ] al inicio del estudio, 61,3 [DE , 15,7] a los 6 meses, grupo control: 58,2 [DE 15,2 ] al inicio del estudio, 58,6 [DE 15,3 ] a los 6 meses y la diferencia entre grupos 3,5 [IC 95 % , 0,9-6,0 ], P = 0,03). En múltiples análisis de asignación, las diferencias entre grupos continuaron siendo significativas para SPPB y la actividad diaria AM-PAC, pero no para la movilidad. Diferencias significativas entre los grupos persistieron a los 9 meses para todas las medidas funcionales con y sin asignación.
Conclusiones y relevancia: Entre los pacientes que habían completado la rehabilitación estándar después de una fractura de cadera, el uso de un programa de ejercicios con orientación funcional basado en el hogar, dió lugar a una modesta mejoría en la función física a los 6 meses después de la aleatorización. La importancia clínica de estos hallazgos queda por determinar.