Importancia: El declive funcional es prevalente entre los pacientes mayores con hospitalización aguda. Los protocolos de ejercicio y rehabilitación temprana aplicados durante la hospitalización aguda pueden prevenir el deterioro funcional y cognitivo en pacientes de edad avanzada.
Objetivo: Evaluar los efectos de una intervención innovadora de ejercicio multicomponente en el estado funcional de esta población de pacientes.
Diseño, entorno y participantes: Se realizó un ensayo clínico aleatorizado en un solo centro, simple ciego, desde el 1 de febrero de 2015 hasta el 30 de agosto de 2017, en una unidad de cuidados agudos de un hospital público terciario en Navarra, España. Un total de 370 pacientes muy ancianos sometidos a hospitalización aguda fueron asignados aleatoriamente a una intervención de ejercicio o control (atención habitual). Se realizó análisis por intención de tratar.
Intervenciones: El grupo de control recibió atención hospitalaria de atención habitual, que incluyó rehabilitación física cuando fue necesario. La intervención hospitalaria incluyó ejercicios individualizados de resistencia, equilibrio y ejercicios de intensidad moderada (2 sesiones diarias).
Principales resultados y medidas: El desenlace final primario fue el cambio en la capacidad funcional desde el inicio hasta el alta hospitalaria, evaluado con el Índice de independencia de Barthel y la Batería de rendimiento físico abreviada (SPPB). Los desenlaces finales secundarios fueron cambios en el estado cognitivo y del estado de ánimo, calidad de vida, fuerza de prehension, incidencia de delirium, duración de estancia, caídas, destino después del alta, reingreso y tasa de mortalidad a 3 meses después del alta.
Resultados: De los 370 pacientes incluidos en el análisis, 209 eran mujeres (56,5%); la edad media (DE) fue de 87,3 (4,9) años. La duración media de la estancia hospitalaria fue de 8 días en ambos grupos (rango intercuartil, 4 y 4 días, respectivamente). La mediana de la duración de la intervención fue de 5 días (rango intercuartil, 0); hubo una media (DE) de 5 (1) sesiones por la mañana y 4 (1) por la tarde por paciente. No se observaron efectos adversos con la intervención. El programa de intervención con ejercicios proporcionó beneficios significativos sobre la atención habitual. Al momento del alta, el grupo de ejercicios mostró un aumento promedio de 2.2 puntos (IC 95%, 1.7-2.6 puntos) en la escala SPPB y 6.9 puntos (IC 95%, 4.4-9.5 puntos) en el Índice de Barthel sobre el grupo de atención habitual. La hospitalización provocó un deterioro en la capacidad funcional (cambio medio desde el inicio hasta el alta en el índice de Barthel de −5.0 puntos (IC 95%, −6.8 a −3.2 puntos) en el grupo de atención habitual, mientras que la intervención del ejercicio revirtió esta tendencia ( 1.9 puntos; IC 95%, 0.2-3.7 puntos). La intervención también mejoró la puntuación SPPB (2.4 puntos; IC 95%, 2.1-2.7 puntos) versus 0.2 puntos; IC 95%, −0.1 a 0.5 puntos en los controles). También se encontraron beneficios de intervención significativos en el nivel cognitivo de 1.8 puntos (IC 95%, 1.3-2.3 puntos) sobre el grupo de atención habitual.
Conclusiones y relevancia: La intervención con ejercicios demostró ser segura y eficaz para revertir el deterioro funcional asociado con la hospitalización aguda en pacientes muy ancianos.
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