Revista Opinión

Efectos colaterales no deseados del mercado

Publicado el 06 septiembre 2011 por Jangas

Robo esta frase de Knuckman citada en un interesante artículo de “el país” denominado el hambre cotiza en bolsa. Uno no puede dejar de sorprenderse con las formas en que determinadas personas utilizan el lenguaje. Según ellos lo importante es hacer dinero no importa cómo porque los valores económicos están por encima de todo. Curiosa forma de ser humano, limitando tus semejantes a un precio.

Quienes no entendemos este comportamiento ni esta perversión de la escala de valores humanos, esta corrupción del mundo económico neoliberal donde todo puede oscilar porque la especulación perjudica gravemente la salud de millones de personas, no entendemos que la política no imponga límites a un sistema económico que devora cuanto puede a su alrededor.

Hace pocos días hablando con un compañero arquitecto, le preguntaba si el Colegio de Arquitectos no tenía unas tarifas para saber cuál es el valor de las cosas, no tienen precio, no es posible conocer de qué manera justa se puede hacer una edificación, respetando los valores ecológicos, los derechos laborales luchados durante años. Es posible encontrar alguien que te lo haga por menos precio, sobre todo en el momento crítico en el que la arquitectura se encuentra actualmente. ¿Este es el modelo de sociedad que queremos? ¿Las leyes del mercado son las que tienen que limitar nuestra vida laboral aunque los efectos colaterales sean tan deplorables?

Lo mismo que le ocurre a la arquitectura, le ocurre a la educación: el profesorado puede trabajar más horas sin que se resienta la calidad de la enseñanza y a muchos otros ámbitos de la vida cotidiana: sanidad, cultura, política, … El sistema económico lo envuelve todo de una manera que acaba calando, el consumo seduce y pervierte escondiendo los efectos primarios y secundarios. Lo malo es que hay gente que comprende estos recortes, pequeños capitalistas(aunque sea solo nominalmente o de pensamiento), incluso algunos que los aplauden, es la moral del esclavo, gente que justifica y legitima las decisiones de las élites político-económicas aunque les perjudique directa o indirectamente: Te lo puedo hacer más barato que el otro, si los trabajadores del sector público tienen unas condiciones de trabajo dignas, que las pierdan, si los docentes tienen muchas vacaciones, que disminuyan. Hay personas que no quieren aspirar a tener unas condiciones de trabajo dignas o a tener más días de vacaciones, pero ese tipo de trabajador no ha sido el que nos trajo el Estado del Medioestar del que hemos disfrutado tímidamente.

También hay gente que está esperando cambiar las cosas y hay que luchar para que quienes tienen poco o nada tengan unas condiciones dignas de vida. Y esas condiciones no las da el mercado, esos son los efectos que denominan colaterales, por las que nosotros y nosotras como izquierda tenemos que intentar luchar. La última reforma laboral y constitucional va en esa línea y por eso nos concentraremos con los sindicatos frente la subdelegación de Gobierno de Palencia a las 13:00 y esperamos que esta tarde la manifestación en Madrid sea multitudinaria para que los efectos colaterales no deseados del mercado no afecten solamente a los de abajo. Nos vemos en la calle.

 


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