Una pregunta que creo que nos hemos hecho todas las que hemos pasado por mastitis es si el hecho de tener una alteración importante en nuestro pecho puede afectar al bebé. En la entrada de ayer, relativa a las perlas de leche, me preguntaba una mamá si podía afectar a la cantidad de leche o a la manera de mamar del niño.
Está claro que la leche mastítica tiene más concentración de bacterias malas que la de una mamá sana, la cuestión es si eso le puede afectar o no. Lo que sabemos es que el intestino del bebé no tiene nada que ver con la glándula mamaria. El intestino del lactante, ya nada más nacer, tiene una concentración de bacterias mucho más elevada a la que existe en la leche de una mujer con mastitis por lo que ese exceso de “cocos” (estafilococos y estreptococos) no causa una gran diferencia.
En algunos casos excepcionales podría aparecer una dermatitis en el culete o una candidiasis oral, que se resolvería rápidamente con el tratamiento adecuado.
Bebé estuvo tomando leche mastítica durante casi cuatro meses, mostrándose igual de sano que siempre, igual que cualquier otro niño amamantado con leche con una concentración de bacterias equilibrada. Sano y contento, es decir, que no noté en ningún momento mayor irritabilidad a pesar de que la leche con mastitis puede ser algo más salada y hay bebés que pueden molestarse por ello.
Sí que es cierto que cuando he tenido obstrucción, sobre todo aquella que tuve la primera vez en la que no salía absolutamente nada, ahí sí que le he tenido un poco protestón hasta que entre los dos lo resolvíamos (unas 12-24 horas). Obviamente, el niño es consciente de que la leche no sale a su gusto y protesta, pero al menos el mío puso todo de su parte por vaciar bien la mama, menos el variar de postura para orientar su barbilla hacia la zona del bulto, que en eso no colaboró.
Dar el pecho con mastitis no es el mejor momento del día si tienes dolor. Pero no duele más cuando mama que cuando no mama, si el niño tiene una buena técnica. Otra cosa es la perla de leche u otras afecciones en el pezón, ahí, dependiendo de como se coja el niño, podemos ver las estrellas, yo he llegado a tener un par de días de huir del niño del dolor tan grande que tenía.
Por desgracia, todas estas molestias del pecho son dolorosas y si nos afectan no hay que dudar en tomarnos un analgésico. De hecho, el ibuprofeno (que yo no puedo tomar pero la mayoría de la gente sí) es muy bueno porque además de aliviar el dolor, es un buen antiinflamatorio. Tomando analgésicos se puede mantener la lactancia sin problemas, si no fuera así ni yo ni nadie aguantaría cuatro meses de dolores.
También es verdad que cuatro meses dan para mucho y a Bebé, como es normal por edad, le pilló en plena erupción dental, por lo que entre su malestar y el mío, algunos días fueron bastante regulares y en algún momento puntual me llevé un bocao, que si ya de por si duele, en un pezón con perla de leche es para morirse. Pero fueron momentos muy puntuales.
En definitiva, que se puede dar el pecho con mastitis. ¡Que no os digan lo contrario!.