La mente es poderosa y es a través de esta y los pensamientos que yo el ser creo lo que me conecta a la realidad.
El poder que le damos a estos pensamientos creados mostraran su efecto en nosotros a nivel mental, emocional y físico.
Podemos haber creado el hábito de pensar de una manera respecto a mí mismo, respecto a otro u otros.
De allí que la realidad sea tan subjetiva dependiendo de nuestra tendencias, experiencias y creencias.
De acuerdo a ello analizaremos la realidad desde ese ángulo
creando un hábito que a veces puede ser difícil percibir la experiencia de un modo más amplio, lo que limitará una y otra vez permaneciendo enredados en un círculo repetitivo.
Estos pensamientos conllevan emociones.
Hoy día la ira es una emoción bastante presente en el tipo de vida que llevamos, además de producir un efecto de contagio en nuestro entorno.
Diversos estudios demuestran que la emoción de la ira cuando es intensa permanece hasta seis horas en nuestro cuerpo; que cuando uno se enfada si se observara el aire que uno expira en ese momento se comprueba el color grisáceo indicando que contiene más dióxido de carbono de lo habitual.
Si pasáramos mucho tiempo lamentando las penas que no logramos extirpar se puede deteriorar nuestra calidad de vida.
Por ello es esencial detectar la fuente de nuestro sufrimiento: expectativas no cumplidas, cierres no elaborados, miedo al éxito, al fracaso, baja autoestima, entre muchos otros.
El ser humano no está diseñado para sufrir, aunque en la experiencia tenemos esa vivencia. Por ello anhelamos paz, armonía, amor.
Cuanto más nos alejamos de nuestra esencia original mayor será el sufrimiento con todas sus manifestaciones emocionales y sus efectos.
Por ello la importancia de mayor atención a lo que sucede en nuestra mente, la raíz de esos pensamientos y sus efectos en nosotros.
Cuando eres capaz de reconocer o darte cuenta, serás capaz de iniciar el proceso de cambio y transformación.
Una gran maestra espiritual nos dice " deberías cuidar tu mente como una mamá cuida a su bebé", con amor, cuidado y esfuerzo.
Un buen propósito para dejar atrás, saldar lo viejo y comenzar un nuevo capítulo de vida con valor y entusiasmo.
Feliz 2014 y buena salud mental y emocional es mi deseo para todos.
www.espaciocambiopositivo.com