Revista Salud y Bienestar
Un estudio,
publicado en el British Journal of
Nutrition, ha evaluado durante cuatro años los efectos, tanto positivos como negativos, que producen las
bebidas energéticas sobre los deportistas.Durante el estudio
administraron el equivalente a tres latas de bebida energética o una bebida
placebo a un grupo de atletas de alto rendimiento antes de una competición
deportiva. Su rendimiento se midió con el uso de dispositivos GPS, dinamómetros
y potenciómetros. Los resultados demuestran que los deportistas aumentaron su rendimiento deportivo entre un
3% y un 7%. Y aunque es cierto
que los deportistas se sintieron
con más fuerza, potencia y resistencia con la bebida energética que
con la bebida placebo, también ocurrió que estas bebidas aumentaron la frecuencia de insomnio,
nerviosismo y el nivel de activación en las horas siguientes a la competencia, lo que produce fatiga y aumento del riesgo de desarrollar afecciones. Su consumo produce un aumento de los efectos
secundarios típicamente encontrados en otras bebidas con cafeína.
Estas bebidas en los deportistas no aportan mayor beneficio que el que aporta
una buena alimentación y una buena hidratación.