Los refrescos como las gaseosas cola contienen ingredientes que afectan la salud. En el cuerpo provocan desmineralización ósea, esto significa que no permiten la adecuada absorción de calcio en el organismo, debilitando los huesos y por tanto incrementando la posibilidad de tener fracturas.
Otro efecto nocivo causado por estas bebidas es la dificultad de absorción de hierro, lo que puede generar anemia y una mayor facilidad de contraer infecciones, sobre todo, en niños, mujeres embarazadas y ancianos. Esto se debe, a la combinación del ácido fosfórico, la fructuosa y el azúcar refinado. El ácido fosfórico que contiene el refresco es un corrosivo de uso industrial utilizado como aditivo. Se sabe que el efecto de este ácido es usado para limpiar motores o aflojar tornillos oxidados.
El color característico de los refrescos de Cola se debe a un aditivo llamado e-150. Este aditivo ha sido asociado con deficiencia de vitamina B6, importante para la metabolización de las proteínas y la salud de la sangre. La carencia de esta vitamina puede producir anemia, depresión y confusión entre otros síntomas, además de generar hiperactividad y bajo nivel de glucosa en la sangre.
Asimismo, los azúcares que poseen estos refrescos, paulatinamente van disolviendo el esmalte de los dientes, debilitándolos y produciendo caries. Y no sólo eso, los azúcares que el organismo no logra digerir, se transforman en grasa, dando como posible consecuencia sobrepeso e incluso problemas de obesidad.
Otra de las sustancias contenida en los refrescos de cola es la cafeína, sustancia potencialmente adictiva, que consumida en cantidades elevadas (400 a 600 mg.) puede provocar insomnio, taquicardia, dolores de cabeza y hasta ataques de ansiedad. Una lata de refrescos con Cola contiene aproximadamente 50 mg. de cafeína, siendo esta sustancia peligrosa para los niños.