No todo iba a ser malo siempre, ¿no?
Como sabes, afrontar un diagnóstico de cáncer es un proceso lleno de etapas y momentos de frustración, miedo, tristeza, rechazo y mucho malestar. Que aparezcan es normal y necesario para poder procesar todo lo que te está pasando.
La realidad es que a pesar de la ansiedad, la depresión y tantos problemas, la mayoría de las personas consigue realizar una transformación de su vida y sentirte hasta más feliz que antes de pasar por la enfermedad. Obviamente no es algo que sucede sin más. Supone mucho esfuerzo y aprendizaje. Es posible que pienses, "que quién es ese, que con todas las secuelas de la enfermedad eso no es posible", sin embargo, sí que lo es. La experiencia de enfrentar un cáncer puede modificar lo que los psicólogos llamamos el "Locus de control". Que dicho de forma sencilla es si pongo la responsabilidad de lo que me pasa en mí, o en lo externo: los demás o las situaciones. Pues bien, esta vivencia tan impactante, suele suponer una transformación de este locus hacia el interior. Lo que implica asumir la enfermedad, participar activamente en la recuperación y considerar que se tiene control personal sobre la misma. Esta toma de control sobre uno mismo, permite tener un mayor sentimiento de control sobre lo que te pasa, sobre los efectos secundarios y las secuelas. Aumentando las conductas de autocuidado como una mejor alimentación, más respeto y mimo hacia tí misma/o, disfrutando más de cada momento, etc. A medida que te vallas enfrentando con las diferentes etapas y veas que vas pudiendo con ellas, poco a poco, tu sensación de control sobre la situación aumentará. Además, serás capaz de generar una reestructuración cognitiva (tu forma de enfocar lo que sucede, tus pensamientos y por tanto tus emociones al respecto), que te permitirá compensar las desventajas y sacar algo positivo de este evento traumático. Podrás realizar una reordenación de tus valores y cambiar tu actitud ante la vida, haciéndola más positiva y apreciando mejor el tiempo y las relaciones con los demás. Llegar aquí parece sencillo, pero para no variar en esto del cáncer, no lo es. Los psicooncólogos nos encargamos de ayudar a las personas afectadas a conseguir este cambio y salto hacia una nueva realidad más sana y feliz. Si quieres saber cuáles son las dos situaciones en las que deberías consultar con un especialista en Psicooncología, clic aquí. Ariadna González. Psicooncóloga.Editora del Blog.