Efectos secundarios del uso de Imodium

Imodium es un medicamento que se utiliza comúnmente para tratar la diarrea y por lo tanto también se denomina una medicina anti-motilidad. El ingrediente activo de la medicina es loperamida.

Mecanismo de acción

Numerosos receptores opioides están presentes en el revestimiento muscular de la tracto alimentario. Loperamide mediante la unión con estos receptores y reduciendo así la peristalsis, es un movimiento en forma de onda generada en el intestino con el fin de desplazar a lo largo de los alimentos. Cuando se toma la loperamida, se reduce la velocidad a la que la comida y el agua se empuja hacia abajo el intestino. Esto le da al intestino más tiempo para absorber el alimento y el agua en el cuerpo. A medida que se reabsorbe el agua, la consistencia de las heces se vuelve más firme y la frecuencia de las heces pasan se reduce considerablemente.

Imodium (loperamida) se prescribe generalmente para tratar:

1. La diarrea aguda relacionada con alguna infección gastrointestinal
2. La diarrea crónica asociada con la enfermedad inflamatoria intestinal.
3. En ciertas circunstancias, Imodium se prescribe para reducir la cantidad de flujo que sale de las aberturas de ileostomía.

Para el tratamiento de la diarrea aguda, Imodium se prescribe generalmente en la dosis de 4 mg, seguidos de 2 mg después de cada deposición suelta. La dosis diaria no debe ser más de 16 mg. La dosis inicial para la diarrea crónica es el mismo. El paciente toma una dosis diaria de mantenimiento de acuerdo con su requisito.

La loperamida se supone que es un fármaco muy seguro. Casi no hay efectos secundarios, incluso cuando se toma para una larga duración, siempre que el paciente no exceda la dosis diaria recomendada. Algunos de los efectos secundarios asociados con loperamida incluyen:

Los efectos gastrointestinales: Algunos pacientes pueden quejarse de náuseas, vómitos, dolor en el abdomen y pérdida de apetito cuando usan Imodium. Estos efectos secundarios por lo general no se deben a la medicina. Más bien, ellos se pueden atribuir a la infección gastrointestinal subyacente.

Unos pocos casos de megacolon tóxico se han reportado en pacientes que toman loperamida en el largo plazo, para la colitis ulcerosa o la colitis pseudomembranosa causada por antibióticos.

El íleo paralítico con distensión abdominal y la apendicitis se han observado en pacientes en Imodium en casos raros.

Los niños son más propensos a sufrir de efectos secundarios, ya que muestran una mayor variabilidad en la respuesta a la Imodium. La deshidratación puede aumentar aún más la probabilidad de efectos secundarios. Por lo tanto, los médicos recomiendan que la loperamida se debe interrumpir el plazo de 48 horas si el paciente no observa ninguna mejora en su diarrea. En caso Imodium no actúa dentro de 48 horas, se deben hacer esfuerzos para identificar el patógeno subyacente y antibióticos específicos deben ser prescritos para obtener alivio de la diarrea.

• Efectos sobre el sistema nervioso: Algunos pacientes se quejan de somnolencia o mareos después de tomar Imodium. Los niños son más susceptibles a estos efectos secundarios.
• La adicción y dependencia: No se han reportado casos de adicción y dependencia de Imodium, incluso cuando se toma el medicamento durante un largo tiempo en una dosis prescrita por el médico. Los monos de laboratorio han demostrado la dependencia de Imodium y graves síntomas de abstinencia cuando se recibieron más de 300 mg de la medicina por día. Esto es mucho más que la dosis máxima recomendada de 16 mg por día en los seres humanos. Del mismo modo, existe un caso documentado de un varón de 26 años que tenía un historial de abuso de drogas y alcohol. Se cree que han tomado alrededor de 320 mg de Imodium diario y cuando el medicamento se detuvo, hubo graves síntomas de abstinencia.
• Efectos secundarios de la piel: Algunos pacientes que toman Imodium se quejan de erupciones en la piel o prurito.

Así vemos que Imodium es un fármaco muy seguro que se puede tomar tanto para tratar la diarrea en el corto y largo plazo sin tener que preocuparse mucho acerca de los efectos secundarios.