Ya ha llegado el cambio del invierno a la primavera y esto acarrea unos cambios en nuestra salud.
Con respecto a este pasaje de una estación a otra, el doctor Gonzalo Pin, coordinador de la dispositivo valenciana del sueño del Hospital Quirón Valencia, informó que los mercadería del pasaje al horario de verano pueden repercutir, aunque tenuemente, en las personas y la salubridad.
“Las consecuencias son transitorias y leves en la población sana y el organismo sólo necesitará 3 o 4 días para acoplarse”, explicó Pin.
“Aunque proporcionadamente es cierto que algunas estadísticas indican un discreto aumento de la accidentalidad los días posteriores a un cambio de horario y es a partir de los 50 años de permanencia cuando quizá cuesta un poco más adaptarnos a este cambio”, añadió.
Lo cierto es que el próximo domingo 27 de marzo se adelantará una hora los relojes en cumplimiento de la directiva que afecta a todos los países miembro de la Unión Europea. La consecuencia más inmediata de esto es que se resta una hora al tiempo de sueño.
Adicionalmente de los mayores, pueden ser los niños de los más afectados, y este cambio puede verse traducido en una longevo irritabilidad y “en algunas ocasiones alteraciones en su alimentación, principalmente en los lactantes”, explicó el hábil.
Los niños más mayores “presentarán más dificultades a la hora de iniciar el sueño o al despertar, aunque no suelen programar grandes dificultades y suelen desaparecer a los pocos días”.
Para contrarrestar estos bienes, el profesional ha recordado que suele ser mejor “prepararse unos días antiguamente realizando una adaptación lenta y progresiva al nuevo horario adelantando la hora de levantarse 15 minutos cada 2 o 3 días”.
Finalmente, se recordó que la falta de alivio o una mala calidad de sueño puede repercutir negativamente en la salubridad: está comprobado que si se torna algo crónico puede propiciar la obesidad o el crecimiento de trastornos metabólicos relacionados con la insulina.
Finalmente, y como aceptablemente se advirtió desde el centro sanitario, no hay que perder de paisaje que un sueño insuficiente o de mala calidad va a condicionar la calidad de vida y el rendimiento intelectual y físico.