Revista Cultura y Ocio
A las 6: 30 horas de una tarde en el circuito francés de Le Mans ocurre uno de los peores accidentes del automovilismo de competición. El francés Pierre Levegh sufre un accidente con su Mercedes que alcanza a los inocentes espectadores que se comían un delicioso bocata de jamón en aquella tarde de 1955. Su bólido en llamas mató a 82 personas e hirió a un ciento de ellas, una de las razones de esa catástrofe fue la utilización del magnesio en piezas del vehículo. Y es que el magnesio tiene la mala costumbre de inflamarse con un poco de calor y aire, apagarlo con agua únicamente sirve para aumentar la hoguera. EL primer material troll en la industria del automóvil.