Tal día como hoy, pero de 1900, se vendía el primer "Mercedes" con esa denominación oficial. Concretamente a un millonario austríaco, "bon vivant" y adorador de la velocidad, el señor Emil Jellinek. No sabemos si conocía el detalle de que con el paso del tiempo se convertiría en el vehículo idolatrado por señores maduros con cordones de oro asomando por la pechera de la camisa, en fin, eso no es culpa suya. A él le gustaban los coches y punto.