Revista Cultura y Ocio

Efemérides 27 noviembre

Por Onsokumaru
En el año 1894 se firma el histórico testamento de Alfred Nobel, donde se reparte su fortuna (unos 1,500 millones de dólares actuales) para la entrega de unos premios anuales por la consecución de algún logro por el bien de la humanidad.  Le perseguía el remordimiento de conciencia por ser un fabricante de armamento y el creador de la dinamita y quiso que la riqueza conseguida por lo anterior pudiera contribuir al bienestar mundial. No sé muy bien si lo ha conseguido, pero ha hecho que intentemos imitarlo con los patéticos premios "Príncipe de Asturias"

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