Revista Opinión

Efemérides: Adolf Hitler se suicida

Publicado el 30 abril 2016 por Habitalia
En su bunker de Berlín, ciudad tomada por el ejército soviético, y dejando tras de sí a una Alemania invadida y derrotada, el fascista y fanático intolerante Adolfo Hitler se suicida tomando veneno junto con la que había sido durante largo tiempo su compañera y convertida ayer en su legítima esposa, Eva Braun. (Hace 71 años)

La muerte de Adolf Hitler, jefe del Partido Nazi y canciller de Alemania de 1933 a 1945, se produjo el 30 de abril de 1945; Hitler se suicidó por medio de un disparo en la cabeza junto a su esposa, Eva Braun, que recurrió al envenenamiento con cianuro. La falta de información pública referente al paradero de sus restos y los informes confusos al respecto animaron los rumores de que Hitler podía haber sobrevivido al fin de la Segunda Guerra Mundial. La duda se suscitó intencionadamente por las autoridades de la Unión Soviética, que ocultaban información relevante sobre el suceso.

En 1992, la publicación de los registros mantenidos por la KGB sovi ética y por la FSB rusa confirmó la versión ampliamente aceptada de la muerte de Hitler, como fue descrita por el historiador británico Hugh Trevor-Roper; sin embargo, los archivos rusos no muestran lo que sucedió con el cadáver de Hitler.

Cuando Hitler se suicida, de inmediato los asistentes de Hitler sacaron ambos cuerpos envueltos en una alfombra. Linge y Günshe transportaron el cuerpo de Hitler en la alfombra, mientras que Martin Bormann y Erich Kempka trasladaron el cadáver de Eva Braun, aunque Bormann trató con muy poca consideración dicho cuerpo. Los cadáveres fueron subidos hacia el patio de la Cancillería del Reich, siendo depositados en un agujero de obús; Otto Günsche roció ambos cuerpos con unos 200 litros de gasolina sacada de los automóviles que aún se hallaban en los sótanos de la Cancillería. Ante la imposibilidad de acercar una cerilla a causa del fuerte viento, Bormann elaboró una antorcha que prendió y se la pasó a Erich Kempka, con lo cual éste pudo poner fuego a los cadáveres. Estaban presentes Joseph Goebbels y otros dignatarios.

La caída de obuses del Ejército Rojo en el patio impidió a los edecanes seguir en el exterior, por lo cual no pudieron supervisar que los restos se consumieran completamente; ante ello, los jefes nazis allí presentes optaron por enterrar ambos cadáveres, aunque debido a las prisas del momento sólo lograron hacerlo superficialmente.

Cuando el 1 de mayo el almirante Karl Dönitz anunció por radio la muerte de Hitler en su búnker, Stalin mostró escepticismo y formuló presión directa a la NKVD y al jefe de ésta, Lavrenti Beria, para que las unidades de la NKVD en Berlín hallasen los presuntos restos de Hitler en el plazo más breve posible. Una unidad especial soviética de la SMERSH se encargó de una exhaustiva búsqueda en la Cancillería del Reich y allí lograron encontrar los cadáveres de Hitler y Eva Braun el 9 de mayo. Las piezas dentales de ambos cráneos se hallaban intactas y fueron comparadas con archivos dentales suministrados por una ayudante del dentista de Hitler; asimismo se realizaron interrogatorios detallados a todos los edecanes y ayudantes capturados en el Führerbunker, con lo cual los hallazgos de la SMERSH quedaron ratificados.

De todos modos, el gobierno de la Unión Soviética no divulgó mayor información sobre la muerte de Adolf Hitler, e inclusive Stalin negó ante diplomáticos estadounidenses tener alguna certeza de la muerte de Hitler. El régimen stalinista consideró conveniente mantener dudas sobre el cadáver del líder nazi como arma de propaganda durante la Guerra Fría, acusando a los gobiernos de EE. UU. y Gran Bretaña de ocultar un presunto "escape" de Hitler hacia España o Sudamérica, sea en un submarino o bajo una identidad falsa. Esta incertidumbre, aumentada por el hecho que el gobierno soviético rehusaba dar información detallada sobre el cadáver de Hitler o el de Eva Braun, desencadenó toda suerte de mitos sobre el destino final de Hitler que perduran hasta el día de hoy.

Tras la muerte de Stalin en 1953, la política oficial de la URSS se basó en mantener dudas sobre la muerte de Hitler, en línea con la propaganda del régimen, aunque en 1969 un periodista soviético logró publicar un libro detallado sobre el destino de los cadáveres del Führer y su esposa.

Fuente Youtube/ Hitler se suicida

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