Hace 160 años, el 17 de noviembre de 1855, el británico David Livingstone descubría las cataratas Victoria.
Fue médico, explorador y misionero, una de las mayores figuras de la historia de la exploración. Mediante observaciones astronómicas, estableció situaciones correctas en la cartografía africana y realizó informes de botánica, geología y zoología. También se distinguió por su lucha contra la esclavitud. Por todo ello, en la Gran Bretaña victoriana fue considerado héroe nacional.
Livingstone prosiguió sus exploraciones hasta que murió de malaria el 1 de mayo de 1873, a la edad de 60 años, en Zambia, Su cadáver fue conservado en sal y trasladado hasta Inglaterra y enterrado en la Abadía de Westminster, pero los africanos enterraron su corazón bajo un árbol porque decían que su corazón estaba en África.