Hace 100 años, el 12 de octubre de 1915, fue fusilada Edith Cavell, británica, enfermera de la Cruz Roja, condenada a muerte por un tribunal militar alemán, por haber cobijado en su hospital en Bruselas a unos doscientos soldados belgas, franceses e ingleses y haberles ayudado a huir de Bélgica y reintegrarse a sus puestos de combate.
Denunciada por un delator anónimo, en ningún momento Edith negó los cargos de los que se le acusaba, aunque no existía ninguna prueba que la inculpara. Los países neutrales pidieron a Alemania que se aplicara la Convención de Ginebra según la cual se debía proteger al personal sanitario. Pero a pesar de las distintas peticiones de clemencia y de la oposición de algunos altos cargos alemanes, la ejecución tuvo lugar.
Fue una persona ejemplar en su acción humanitaria y su sentido del deber. Vestida de enfermera, murió asesinada por un pelotón de fusilamiento que representaba la barbarie irracional, el fanatismo y el rencor.
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure