Hace 90 años, el 30 de enero de 1927 nacía en Estocolmo Olof Palme. Palme fue especialmente reconocido por su papel en la política exterior, marcada por tres directrices: la defensa del pacifismo, el cumplimiento de los derechos humanos y el compromiso con los Estados del Tercer Mundo.
Bajo su mandato se adoptó una política neutral con duras críticas por igual a los Estados Unidos y a la Unión Sovi ética promoviendo un proceso de desarme que contrastaba con la carrera armamentista de las dos grandes potencias mundiales.
Apoyó al Congreso Nacional Africano en su lucha contra el Apartheid y defendió la transición democrática de España. En su última legislatura Suecia fue uno de los mayores receptores de refugiados políticos, y medió en la guerra Irán-Irak a petición de la ONU. Por todo ello, Palme está considerado uno de los políticos más influyentes del siglo XX.
Sus legislaturas se caracterizaron por el refuerzo del estado de bienestar sueco, la reforma del parlamento hacia un sistema unicameral, y la limitación de la autoridad política que aún ostentaba la monarquía sueca.
El 28 de febrero de 1986, siendo Primer Ministro, Olof Palme fue asesinado de un disparo en la espalda por un desconocido. Se detuvo a un delincuente habitual que el Tribunal Supremo sueco liberó por falta de pruebas. El crimen nunca se ha resuelto, se rastrearon infructuosamente pistas que conducían a la ultraderecha sueca, a los Servicios Secretos de Sudáfrica del Apartheid, a agentes pinochetistas, o al grupo alemán Fracción del Ejército Rojo. En cualquier caso todo apunta a ser obra de algún enemigo de la Libertad y de la Igualdad.