El 11 de diciembre del año 1474, muere en Madrid, el rey de Castilla Enrique IV, conocido, despectivamente, como el Impotente. La cuestión de si era impotente, así como la paternidad de Juana, no está, ni mucho menos, zanjada. Los que afirman que era capaz de mantener relaciones sexuales, son tildados de partidistas, mientras sus detractores, lo niegan, afirmando que no podía gobernar.
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