Si el lider de nuestro equipo nos diera al iniciar el año o al iniciar un proyecto de trabajo las siguientes “reglas de acción”:
1.- Siempre se puede escoger la actitud frente al trabajo
2.- Procure divertirse mientras trabaja
3.- Alégrele el día a los clientes: comprométalos
4.- Esté siempre presente: sea un empleado comprometido
¿Qué reflexión haríamos interiormente? ¿Tomaríamos seriamente su propuesta?
Muy probablemente muchos de nosotros pensaríamos que son muy lindas palabras, que nuestro jefe se levantó emocionalmente inspirado esa mañana, que como “ideal” sus instrucciones están muy bien… pero que habría que hacerles una bajada a tierra!! O en otras palabras, nos parecería muy poco realista. Por ej., “¿Cómo es eso de divertirnos mientras trabajamos? … si justamente, estamos TRABAJANDO! para divertirnos, haremos un encuentro con nuestros amigos de secundaria o de la universidad, en un bar o en una casa, bien distendidos. Divertirnos, nos divertimos en un partido de fútbol, mirando una película o pasando el rato con amigos… pero … en el trabajo no hay lugar para la diversión!” Esto es lo primero que pasaría por nuestra mente.
¡La buena noticia, es que estas reglas han sido comprobadas! Así que deberíamos realizar un serio intento por aplicarlas… tomar las riendas de nuestro trabajo y … divertirnos! Si pasamos la mayoría de nuestras horas aplicados al trabajo, ¿no valdrá la pena hacer el intento?
Mi objetivo en este post es presentarles y recomendarles el libro “Fish!”, del cual justamente traigo esta idea. Y en el cual ha sido demostrado que estas reglas funcionan. Tal vez alguno de ustedes ha escuchado hablar de Pike Place, el mercado de pescados y mariscos de Seattle, USA. El libro se basa en la historia de una ejecutiva que al iniciar sus tareas en una nueva empresa, se encuentra con un ambiente laboral realmente apático, con empleados desganados que poca voluntad tenían de realizar bien su trabajo. Ella visita el Mercado de Pike Place y queda sorprendida por el dinamismo de sus empleados, y lo mucho que parecen disfrutar de su trabajo, logrando excelentes resultados. Decide investigar a fondo cuál es el secreto… e intentar un cambio en su empresa. ¡Los resultados que obtiene son muy positivos!La moraleja principal de la historia es que más allá de las condiciones de trabajo, lo que siempre puede hacer la diferencia es nuestra ACTITUD. Y las noticias son buenas, porque ¡nuestra actitud no depende de nadie, más que de nosotros mismos! Cuando aprendemos a amar lo que hacemos, nos soprendemos de la energía interior que descubrimos en nosotros mismos, la creatividad que teníamos bien arrinconada y una pasión jamás conocida!