El gran Peter Drucker ha definido la efectividad de esta forma:
Efectividad = Eficacia + Eficiencia
La eficacia es hacer las cosas correctas y la eficiencia es hacer la tarea con el uso óptimo de tus recursos.
Peter Drucker también ha dejado muy claro que hay un orden en estos dos conceptos:
“No hay nada tan inútil como hacer con gran eficiencia algo que no debería haberse hecho en absoluto”— Peter F. Drucker
Efectivamente, la eficacia es la parte más importante de la productividad personal. No importa si haces las cosas bien, cuando son cosas que no deberías hacer.
Imagínate un corredor de maratón participando en los Juegos Olímpicos que se equivoca de ruta. Este corredor puede correr más rápido que los demás participantes, pero no ganará ninguna medalla. Así de importante es la eficacia.
Sólo tiene sentido buscar la eficiencia si ya somos eficaces. Esto, desafortunadamente, no es la norma.
La mayoría de los profesionales buscando maneras para ser más efectivos se enfocan en la eficiencia: la mejor herramienta para gestionar sus tareas, maneras de tratar el email, consejos para organizarse mejor, etc.
Y la enorme mayoría de las formaciones en efectividad personal que hay en el mercado son, en realidad, cursos de organización personal, que sólo te enseñan un flujo de trabajo para clasificar tus tareas pendientes. Es lógico, porque al final es lo que han pedido los clientes, ¿verdad?
Yo siempre intento hacer las cosas correctas. Cuando una empresa nos contacta para organizar un taller de productividad personal, siempre investigamos los problemas reales que existen. Y hasta ahora, en los talleres que hemos diseñados para nuestros clientes, siempre hemos dado bastante énfasis en la eficacia, aunque en principio nos querían contratar para mejorar la eficiencia de los asistentes.
Jeroen SangersFundador del Canasto, formador y consultor artesano especializado en mejorar el rendimiento de personas, equipos de trabajo y organizaciones utilizando las modernas técnicas y herramientas de efectividad y colaboración.