«¿Qué sabemos de cierto sobre Egilona? Muy poco en verdad: que fue reina de Hispania y esposa de dos hombres que la rigieron: Rodrigo y Abd al-Aziz. Y que intrigó para que el segundo se alzara contra el califa de Damasco. Aparte de eso, todo son conjeturas y leyendas. Una mujer como Egilona no puede ser silenciada por la parquedad de los testimonios supervivientes. Fue, sin duda, la mujer más poderosa del siglo VIII en Hispania, y por eso he tratado de rescatar su figura.»
[José Soto Chica, febrero de 2024]
En esta novela, José Soto Chica rompe algunos mitos que han sido divulgados durante siglos a propósito de la conquista musulmana y el rápido desmoronamiento de la Hispania goda. En 2023, el autor y su equipo multidisciplinar demostraron que la batalla decisiva entre visigodos y musulmanes no tuvo lugar en Guadalete, sino en los Montes Transductinos, un lugar que hoy se extiende entre el cerro de Torrejosa y la ribera de la desecada laguna de la Janda, en Tarifa. El trabajo se publicó en la revista Atenea, la publicación de la Asociación Española de Historia Militar. El autor sostiene que mucho de lo que se ha dicho y repetido hasta la saciedad sobre aquel periodo es sencillamente falso; y, sin embargo, sigue afirmándose en la escuela, aparece en obras historiográficas y lo reproduce la obra de consulta digital por antonomasia, la Wikipedia. Por eso, nos advierte de que todos los grandes hechos que se narran en la novela son ciertos y se basan en los datos que nos aporta el testimonio contemporáneo de los hechos.
La novela está narrada en una tercera persona omnisciente que permite a José Soto Chica no solo mostrarnos lo que sucedía en los dos bandos en guerra, sino también los conflictos internos en cada uno de ellos y las motivaciones políticas y personales de los personajes principales.
El texto de la novela sigue un orden cronológico, desde el 26 de julio de 711 hasta febrero de 716. El epílogo nos conduce a la corte de Pelayo en Cangas de Onís, en diciembre de 718. El autor utiliza la analepsis de forma puntual para llevarnos a los años 702, 709 y 710 para completar la biografía de algunos personajes y para darnos las claves de determinados episodios del pasado.
Todos los capítulos de la novela comienzan con un texto de la Crónica mozárabe de 754 o de alguna de las más antiguas y seguras fuentes árabes, como el códice Fath al-Ándalus, la crónica anónima Ajbar Maimu’a y los textos del historiador Al-Maqqari y el califa Al-Hakam, y cristianas, como la Crónica de Alfonso III. Su propósito es que los que lean el libro sean siempre conscientes de que lo que se narra es, en esencia, cierto.
«Para mí son tan importantes y queridos Rodrigo y Pelayo como lo son Táriq y Abd al-Aziz. Todos, cristianos y musulmanes, como antes de ellos romanos, fenicios, tartesios, celtas… contribuyeron a crear nuestra identidad. Por eso esta novela no es una narración de buenos y malos, sino de seres humanos, y los seres humanos suelen ser complejos.»
El autor ha tratado de rescatar la extraordinaria figura de Egilona y la de otros personajes clave en aquel drama: Táriq, Musa, Rodrigo, Pelayo, Teodomiro, Abd al-Aziz, Mugit al-Rumi, Munuza, Tarif, Oppas, el conde Julián, Umm Hakim, los califas Walid y Suleimán, el anónimo sobrino de Rodrigo que entregó la mesa de Salomón a Táriq, y otros muchos. La mayor parte de lo que se cuenta sobre todos ellos en la novela —de hecho, la parte sustancial— es rigurosamente histórica.
Y ahora vamos con la historia que Soto Chica nos cuenta en la nivela. Don Rodrigo, duque de la Bética, vuelve a sus tierras tras verse obligado a rendir pleitesía al nuevo rey de Hispania, Witiza, el asesino de su hermano Favila. Ahora lo inteligente es bajar la cabeza; ya habrá tiempo para una venganza. Cerca de Córdoba, se detiene a descansar en una casa noble y allí ve por primera vez a Egilona, una muchacha de quince años, de melena rojiza, piel blanca y ojos ambarinos, que esa misma noche se convertirá en su mujer.
Nueve años más tarde, en 711, cerca de Tarifa, las huestes del ya rey Rodrigo se aprestan a impedir la entrada en Hispania del nuevo conquistador del mundo: el imperio Omeya. Al mando de su ejército se encuentra Táriq ibn Ziyad, un liberto a quien su patrón Musa ibn Nusáir, valí de África en el nuevo orden del califato, ha enviado de incursión. Con este viejo soldado, feo, bizco y pelirrojo, curtido en mil batallas, viaja su concubina, Umm Hakim, una joven fascinante, de ojos de gacela y saberes mágicos, y Abd al-Aziz, uno de los hijos de Musa. Entrar y salir, esa es la orden. Pero, en el fragor de la batalla, Abd al-Aziz mata a Rodrigo y pone sus ojos en Egilona, la mujer más hermosa y altiva que haya visto nunca.
¡Ay de sus ojos! Acaban de dar comienzo a una historia en la que la hechicera y la reina cruzarán sus caminos para terminar con un imperio, y por la que Egilona, reina de Hispania, será recordada «como la mano, la mente, el espíritu poderoso que sembró la semilla de una nueva era».
Lee y disfruta de las primeras páginas de la novela.
El autor:
José Soto Chica nació en 1971 en Santa Fe, Granada. Fue militar profesional y sirvió en Bosnia Herzegovina durante su terrible guerra. Tras sufrir un accidente con explosivos que lo dejó ciego y con una pierna de menos, decidió estudiar historia y se doctoró como medievalista. Actualmente es investigador del Centro de Estudios Bizantinos de la Universidad de Granada y autor de exitosos ensayos y de novelas históricas premiadas. Asimismo es colaborador habitual de revistas como Desperta Ferro, Muy Interesante o National Geographic Historia.
El libro:
Egilona, reina de Hispania ha sido publicado por la Editorial Espasa en su Colección Espasa Narrativa. Encuadernado en tapa dura con sobrecubierta, tiene 520 páginas.
Como complemento pongo un vídeo titulado EGILONA, REINA DE HISPANIA CON JOSÉ SOTO CHICA. La biblioteca de Yeyo Balbás.
Para saber más:
Egilona en la Real Academia de la Historia.
https://es.wikipedia.org/wiki/Egilona