Revista Viajes

Egipto 2016, día 6: al qasr

Por Trotaburgos @trotaburgos

El despertador suena a las 8:00 horas. Como siempre, aseo, preparar mochilas y bajamos a desayunar. Huevos duros, mermelada, quesitos, queso feta, manzanas, bollos de leche y pan de pita. Nos llevamos algunas de las cosas que sobran por si aca para el viaje de esta próxima noche.

Hablamos con el hotel para dejar las mochilas y sin problemas. Pagamos y nos vamos. Se viene con nosotros un poli, según nos dice por nuestra seguridad. Y los tres nos presentamos en el té shop donde habíamos quedado con Sam. Hablan entre ellos, llamada telefónica. Nos dice Sam que tiene que ir un momento a la oficina de la policía turística que está cerca. Nosotros mientras le esperamos en este garito, curioso, hay un trajín de ir y venir cachimbas que no veas. Fuman muy rápido mientras toman un té y se marchan. Yo aprovecho para tomarme mi dosis de espidifen.

Al cabo de un rato vuelven Sam y Ahmed, que es como se llama el poli y nos explica Sam que al final ha tenido que ir a por su coche pues va a venir también Ahmed con nosotros. Nosotros no entendemos nada. El encantador de serpientes, nombre con el que le ha bautizado Beatriz a Sam, no pierde la sonrisa. Nos dice que es más costoso para él ir con el coche que con la moto, pero que no pasa nada, eso si no pierde la oportunidad de dejarlo caer, bueno, siempre me podéis dar una propina a parte.....

Nos montamos en el coche, un Toyota bastante hecho polvo. Beatriz va delante y Ahmed y yo detrás. Esto de llevar guardaespaldas es toda una novedad y bastante surrealista. Son las 10:00 horas y tendremos ya en torno a 35-36 grados. Primer lugar a visitar Al Qasr. Está a unos 30 km. al norte de Mut, ayer pasamos por él.

Al Qasr, significa "la fortaleza" y es una ciudad islámica. Fue fundada probablemente a finales del siglo XII por los Ayyubids, sobre los restos de un asentamiento romano. Se cree que esta ciudad fortaleza pudo ser la capital del oasis, construida en una posición defensiva contra los invasores.

Sam intenta dejar el coche un poco a la sombra, cosa que luego agradecimos, pues la temperatura va subiendo. Se agrega al grupo un paisano del lugar que es el que va a ir haciendo de guía, no explicando sino llevándonos por las distintas calles y abriéndonos puertas. El gobierno quiere poder cerrar el pueblo y explotarlo turísticamente cobrando una entrada, pero aun hoy viven 5 familias y no pueden. Los aldeanos que se desplazan fuera de la ciudad vieja ya no están autorizados a regresar y el Ministerio de Antigüedades no permite ningún nuevo edificio. Se supone que el hombre que nos va guiando espera una propina al finalizar, cosa que corre a cuenta de Sam.

Lo primero que nos llama la atención es el minarete, es la única parte original de la mezquita del siglo XII. Tiene tres pisos y 21 metros de altura, fue construido con ladrillos de barro.

El resto del edificio después de haber sido destruido fue reconstruido en el siglo XIX. La mezquita actual contiene el mausoleo del jeque Nasr el-Din. Los dinteles que hay sobre las puertas son de madera y llevan inscripciones del Corán, el nombre del carpintero, del propietario y la fecha. Están muy bien conservados.

Entramos y Sam nos da algunas explicaciones. Se agradece estar dentro, nos dice que antiguamente ,como vemos, todo se hacía en barro y en verano se está fresquito dentro, ahora las construcciones modernas vienen con aire acondicionado y los materiales a utilizar es lo de menos. Antes se las tenían que ingeniar, en las calles vemos que tienen sistemas naturales de aireación, como nos dice Sam, el aire acondicionado del Medievo.

Salir de nuevo a la calle es un suplicio por el sol, menos mal que las calles son estrechas y casi todo el rato vamos con sombra. Junto a la mezquita está la Madrasa, que era la escuela coránica a la que iban los jóvenes a aprender las escrituras.

Este lugar servía por la mañana como escuela y por la tarde como juzgado y ayuntamiento, nos enseñan 2 celdas, una para mujeres y otra para hombres. Ha sido recientemente restaurada.

Continuamos callejeando, salimos a una pequeña plaza y sobre el dintel de una puerta vemos una cosa rara de madera, Sam nos explica que era para ahorcar a los malos. Y añade, como hoy en día, y nosotros noo!!!!, vuelve a afirmarlo, nos giramos a Ahmed y dice que si, que a la gente muy peligrosas actualmente se la ahorca.

Sus calles fueron divididas en cuatro partes. Al atardecer cerraban unas puertas enrejadas y al amanecer las abrían. Era una manera de defenderse, ya que en aquel entonces no había luz eléctrica.

Los techos tanto de las viviendas como de las calles que están tapadas son de vigas de madera de palmera. Las puertas y otros elementos con madera de acacia. Hay muchas casas en un estado muy ruinoso y otras ya en el suelo. Es una pena que no se pongan las pilas rápido antes de tener que hacer una reconstrucción de todo.

Seguimos caminando y entramos al lugar donde molían el maíz para hacer harina. Poco que explicar sobre esto porque es como se hacía también en España antiguamente.

En otra casa vemos como extraían el aceite de las aceitunas, tampoco mucho que decir sobre esto. Solo que está todo bien conservado.

Llegamos al Museo Etnográfico albergado en la casa de Sherif Ahmed de 1785 y tenemos que pagar 10 LE cada uno si queremos entrar. Una señora nos abre la puerta. Vemos fotografías antiguas, diferentes utensilios y ropa tradicional.

Una cocina, un horno de barro donde cocían el pan, un mortero, utensilios con los que hacían el queso y la mantequilla.

En otra sala la tienda por si queremos comprar alguna cosa, la señora está muy enfadada pues la caída del turismo está haciendo insostenible su modo de vida. Hay muy pocas cosas, casi todo, objetos de mimbre hechos con palma, sombreros, cestas de varios tamaños, salvamanteles, calcetines y guantes de lana y algunos abalorios. En otra sala hay una pequeña reconstrucción del sistema de riego de los campos con molinos para sacar y distribuir el agua.

Terminamos de verlo todo y salimos, nos ha parecido prescindible. Vamos al coche y junto a él hay 2 vendedoras intentando que las compremos algo, refunfuñan cuando no lo hacemos, pero nosotros no tenemos la culpa de que no haya turismo. Nos hacemos una foto de grupo. Sam esta todo el rato de cachondeo con el welcome to Dakhla, welcome to Egipt!!!!!!

Siguiente lugar a visitar, las Tumbas de Mozawaka. Están como a 5 kilómetros de Al Qasr. Destaca entre las visitas que pueden realizarse en esta antigua ciudad. Es una pequeña montaña de aspecto piramidal que tuvo un uso como enterramiento en la época romana.

La entrada cuesta 20 LE, sacamos los carnets de prensa, Sam se queda mirando el que tiene Beatriz y la pregunta si es ella, dice que si, pero va a ser que no, ya que es de una compi mía, Nuria, que nos lo ha dejado. El caso es que cuela, además de que esta ronda la paga Sam.

Lo primero, una pequeña puerta que mirando a través de ella vemos 5 momias y alguna más detrás, impresiona, se ven perfectamente todos los rasgos del cuerpo. Estas las han sacado de diferentes enterramientos de la montañita y los han metido aquí para que ni hombres ni animales las deterioren. Pensamos que no es el mejor sitio para tenerlas, pero es lo que hay.

A escasos metros hay 2 tumbas que fueron descubiertas en el año 1.972. Ha habido un proyecto de restauración y consolidación que ha durado 6 años. Se pueden visitar desde hace poco más de 2 años.

Están cerradas y nos abre la primera, pertenece a Petosiris o Padi Osir, sacerdote durante la época greco romana. El enterramiento tiene 2 salas en cuyas paredes se muestran escenas funerarias en colores brillantes. Destaca el zodiaco que hay en el techo.

Es pequeña y tiene 2 nichos para ataúdes. Nos llaman mucho la atención los dibujos, son una mezcla egipcia romana, parece que han sido hechos por los romanos imitando a los egipcios y nos causan risa.

Luego vamos a la de al lado que pertenece a Sadosiris o Padi Basted. Esta consta de una sola sala y tiene también escenas funerarias en colores brillantes.

Vista esta última nos damos un paseo por la montaña, nos acompaña Ahmed que parece nuestro guarda espaldas, no se nos separa ni un minuto. Vemos muchos agujeros de donde han sacado momias, pero no tienen nada de particular.

Tanto estas tumbas como el pueblo anterior de Al Qasr están pendientes de ser Patrimonio de la Humanidad.

Con las mismas nos vamos, pues además cada vez cuesta más estar a pleno sol. Siguiente lugar el Cementerio de Qalamun. Es un pequeño pueblo mameluco donde vemos un antiguo cementerio y según nos cuenta Sam tiene una antigüedad de 500 años.

De camino hacia Mut nos metemos por una pista forestal sobre un paisaje lunar hasta llegar a lo más alto. Vemos mucha basura y como en todas partes vemos que están quemando algún montón. El calor es insoportable y el sitio tampoco nos dice mucho, como sigamos más tiempo aquí vamos a empezar a ver espejismos. No paramos de beber agua y de vez en cuando cocacola. Mínimo nos estamos bebiendo 3 litros diarios cada uno.

Nos lleva hasta el hotel, pero al decirle que queremos ir a comer algo nos lleva al restaurante donde nos conocimos anoche. Sam y Ahmed comen juntos dentro y nosotros fuera, que hace mejor temperatura. Nos pedimos arroz, guiso de patatas con pimientos y guisantes y kofta. El agua lo compramos en una tienda al lado que cuesta la botella de 1,5 litros 3 LE. Lo normal es 5 LE y alguna vez hemos llegado a pagar hasta 10 LE. Por la comida pagamos 40 LE y nos vamos al té shop a tomarnos un té por 1,5 LE cada uno. Nos quedamos alucinados por el precio pues no hemos pagado nunca menos de 5 LE por el té. Sam y Ahmed se marchan cada uno por su lado.

Seguimos pensando que la gente es en general encantadora, casi todo el mundo te ayuda y nos hemos topado con pocos pesados, aunque haberlos haylos... Nos volvemos caminando al hotel, compramos bebida en un súper de camino y pasamos la tarde descansando, escribiendo y mirando opciones para los próximos días. No nos ponen pegas por estar.

A las 20:30 horas arrancamos con las mochilas tras despedirnos de todo el mundo y nos vamos tranquilamente y con buena temperatura a esperar el bus. Compramos agua y un batido para desayunar. El bus hace 4 paradas en diferentes lugares de Mut, una de ellas en la estación de autobuses, a nosotros nos pilla mejor aquí, es una glorieta cerca del hotel.

Nos sentamos en un banco a esperar, vemos que la oficina de la policía turística está enfrente. 2 hombres de mediana edad al vernos hacer fotos nos dicen si podemos hacernos una juntos. Beatriz es la fotógrafa en este momento, uno de ellos me agarra la pierna y yo diciendo dispara deprisa que este me mete mano, jejeje. Uno de ellos se pone nervioso al repetir varias veces las fotos, pues la policía nos está mirando y parece ser que no quieren que se acerquen mucho a los extranjeros por seguridad nuestra.

A las 22:05 horas llega el bus, 2 policías vienen a asegurarse que montamos y todo va bien. El autobús es de los grandes, así que iremos cómodos. 6 horas más o menos nos han dicho que tardaremos hasta Asiut e intentaremos dormir todo lo que podamos.

No os perdáis el post de mañana que empezamos con una aventura muy surrealista.

Saludos viajeros.


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