Revista Libros

Egipto: Las claves de una revolución inevitable

Publicado el 13 enero 2012 por Icíar

Escritor: Alaa Al Aswany
¿Qué fue lo que el 25-01-2011 hizo que miles de egipcios se lanzaran a la calle para derrocar un régimen autoritario que llevaba gobernando más de 30 años? ¿Cuál era la situación social, política y económica en Egipto?
La gota que colma  el vaso: el régimen de Hosni Mubarak preparándose para establecer su sucesión hereditaria.
Egipto, con aproximadamente 80 millones de habitantes, la mitad de los cuales, viven por debajo del umbral de la pobreza, representa más o menos un 30% de la población árabe del mundo. Este detalle,  además de su peso histórico en la cultura árabe, hace de Egipto un país clave en el que fijarnos en los posibles desenlaces de cada una de las revueltas árabes que han caracterizado el año 2011.
Este libro es una recopilación seleccionada de los mejores 45 artículos que el escritor fue publicando durante los años 2009 y 2010, y que constituyeron uno de los caldos de cultivo por el que “¡el milagro!” como lo llama el escritor, finalmente se produjera. Alaa Al Aswany fue uno de los que también estuvo en la plaza de Tahrir durante esos 18 días.
Este médico de profesión; escritor reconocido internacionalmente, aparece en este libro como un egipcio más, que con su arma: la palabra, no duda en utilizarla con valentía, de forma afilada, directa, clara y brillante en los razonamientos, facilitando la reflexión,  enardeciendo ánimos.  Palabras, todas ellas dirigidas directamente a los egipcios, como él.
En sus artículos va desgrananado las diferentes facetas de la realidad social, económica y política del país, como la sanidad que deja en total desamparo al enfermo sin medios; frente al "magnífico" funcionamiento de los cuerpos de seguridad. Un dato: el presupuesto del Ministerio del Interior es casi el doble del que dispone el Ministerio de Sanidad; una educación que deja sin futuro a los que no tienen medios; etc, etc. En esa protección del régimen, cerebros desperdiciados que emigran, desacreditación del que estorba, y no pueden faltar tampoco los casos espeluznantes de torturas y maltratos. En resumen un gobierno para el poder y por el poder, en el que el dictador ha perdido todo contacto con la realidad. Se explica muy bien el fenómeno de "el aislamiento del dictador". Como resultado, y básicamente: los derechos de los ciudadanos no son respetados. Es por eso que firma cada uno de estos artículos con la frase “la democracia es la solución”. No es un adulador, hay también mucha autocrítica, no le incomoda las reacciones. Como médico, sabe que antes de la curación, tiene que salir toda la pus. Entre las críticas está el asunto de la visión que desde algunos sectores se promueve de la mujer; el trato a las minorías;  la asunción de la parte de culpa en la visión que el occidental tiene del musulmán; y todo eso queda muy bien reflejado, de una forma casi excesivamente crítica.  Pero también resulta esperanzador, pues devuelve al egipcio el respeto que merece, recordando capítulos de la historia egipcia moderna, con personajes concretos ejemplares tanto de ayer como de hoy. La mayor crítica para occidente, es si acaso, la negociación de los conceptos, dando legitimidad al gobierno egipcio, incluso contribuyendo a la farsa democrática (esto no lo hace con Irán),  a cambio de favores que nutren los intereses norteamericanos e israelíes. No hay que sorprenderse de que el pueblo árabe "desconfíe de la palabra democracia en boca norteamericana"
Haciendo un brevísimo resumen, el escritor  habla de dos batallas en Egipto: 1.- La necesidad del derrocamiento del régimen dictatorial. En cualquier caso primer paso. Primordial. 2.- Y la defensa de la visión del islam tradicional de Egipto, frente a la moderna invasión de las ideas intolerantes y excluyentes importadas de los saudíes (se refiere a la corriente wahhabí y a la salafista).
Nos recuerda el escritor que “la costumbre del niqab, barba …. no son costumbres egipcias, sino importadas de la corriente wahhabí” que desde el boom del petróleo, en los años 70, con sus petrodólares han ido financiado estas corrientes, por todo el mundo. Una queja de gobernar para el poder: “Es curioso que el gobierno trate a estos grupos (wahhabíes y salafistas) con total tolerancia, y sin embargo trate con brutal represión a los Hermanos Musulmanes”. Para el escritor una de las explicaciones es el hecho de que estas corrientes insten al musulmán a obedecer al gobernante. Postura que beneficia al poder.
Anécdota: Cuando habla del fenómeno de “el aislamiento del dictador” nos da un ejemplo, el de María Antonieta, que ante el levantamiento, pregunta, ¿pero qué les pasa a toda esa gente?, le contestan: no tienen pan. A lo que ella dice: ¡pues que coman pasteles! 
Me despido con una preciosidad. Es tan bonito que pensé que sería fantástico tenerlo en español, así que, entre que me enviaron la letra de Alejandría; Ambar que lo ha traducido; Susana que le ha dado el visto bueno al texto en español, y yo que he puesto los subtítulos a la par que la voz árabe del poeta ... Tras todo ese largo recorrido, aquí está acompañado, con unas preciosas imágenes y música, la voz del poeta:

NOTA: - Leer “El camaleón” de Chéjov, muy apropiado a la camaleónica adaptación del oprimido.

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