Norelys Morales Aguilera.- El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, mostró recientemente su apoyo público a Hosni Mubarak, quien enfrenta graves protestas en un Egipto contagiado por Túnez.
Biden afirmó que Mubarak no es un dictador y lo animó a no dar ni un paso atrás.
Sin embargo, EE.UU. tildó hoy la situación en Egipto de "profundamente preocupante", y pidió al Ejecutivo egipcio que respete los derechos fundamentales, evite la violencia y desbloquee los sistemas de comunicación, según EFE.
"Los acontecimientos en marcha en Egipto son profundamente preocupantes. Se tienen que respetar los derechos fundamentales, se debe evitar la violencia y se tienen que permitir las comunicaciones abiertas", afirmó el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, en un mensaje de su cuenta en la red social Twitter.
La salida del gobierno del presidente Hosni Mubarak es la principal demanda de los manifestantes que estremecen hoy esta capital y otras ciudades egipcias, donde rige el toque y hay un corte parcial de comunicaciones, según PL.
Decenas de miles de personas, en su mayoría jóvenes, están en las calles y corean la consigna "Mubarak, vete", enfrentados con piedras y garrotes a la policía antimotines, observó en el terreno este corresponsal, quien también constató el uso de bombas incendiarias de fabricación casera.
La policía mantiene bloqueadas las principales calles de esta urbe de casi 25 millones de habitantes, donde "nada volverá a ser igual después de estas manifestaciones," como dijo a Prensa Latina un diplomático que requirió el anonimato.
Sin embargo, la misma fuente rehusó establecer un paralelo con la crisis que provocó la caída del presidente tunecino Zine El Abidine Ben Alí y que las protestas populares en Egipto vayan a tener un mismo desenlace.
"Revolución, no represión" y "el pueblo quiere la salida del régimen" son otras de las demandas de los manifestantes, protagonistas de una situación inédita en las casi seis décadas del Egipto republicano.
Al mediodía PL comprobó la tensión existente pues la policía rodeaba a los fieles, hombres y mujeres, que oraban en el día de la plegaria islámica, a sabiendas de que la protesta estaba convocada para el fin de los servicios litúrgicos.
Versiones que circulan aquí afirman que Mohamed el Baradei, ex director general del ente atómico de la ONU, está retenido por las autoridades.
El Baradei es la personalidad opositora más relevante en las actuales circunstancias en las cuales llama la atención que las fuentes gubernamentales insisten en la influencia de la Hermandad Musulmana en la organización de las protestas.