Revista Opinión

Egoísmo social

Publicado el 16 marzo 2020 por Vcorbacho

Nos encontramos en una situación en estos cuanto menos peculiar, y como era de esperar, es en estas situaciones cuando toda la máscara que el ser humano se ha puesto en el S XXI con la sociedad 3.0, desaparece y deja paso al instinto más egoísta en su pura esencia.

Nos están diciendo que los supermercados están abastecidos de sobra, pero aún así volvemos a sacar carros y carros llenos de comida. No os habéis dado cuenta de una cosa: os va a caducar. Pero eso no es lo peor, lo peor es que en esta espiral de egoísmo, estáis privando a gente de tener acceso a la comida.

Yo bajé la semana pasada tres días a comprar leche: fue imposible, porque ya se había vaciado la estantería por la mañana y yo hasta la tarde no pude ir. Con buen criterio, los supermercados no reponían para que no se volviese a terminar, por la actitud frívola, egoísta y malvada de la gente. Porque sí, hacer esto es de malas personas. Tampoco me importa mucho: suelo comprar con antelación lo justo y necesario para ir teniendo en casa, así que ya bajaré esta semana que seguro que está todo más tranquilo, porque no creo que a muchos os quepa ya más comida ni rollos de papel en casa.

Ahora se está aplaudiendo a las 20:00 todos los días a los sanitarios, y no han tardado en salir voces a decir que hay que aplaudir a los barrenderos, y a los dependientes, y los cajeros. Sí, todo el mundo es importante, pero esa es la cuestión, todos, absolutamente todos, tenemos que hacer girar ahora la rueda. Pero en esta sociedad tan ensimismada en los pronombres de primera persona se nos han olvidado lo que es colaborar, lo que es ser humanos.

¿Os pensáis que los informáticos no somos necesarios ahora? También lo somos, y no por ello vamos por ahí recriminando que no se nos aplauda. Y esto lo podría hacer extensivo a todas y cada una de vuestras profesiones.

La diferencia, amig@ mío, es que esa enfermera, ese celador o ese administrativo que está en la entrada del centro de salud, atiende cara a cara a la enfermedad, mientras que los demás lo único que debemos hacer es mantener la distancia, lavarnos bien y cumplir para no transmitir el virus. Y por eso, más que nadie, porque ellos saben que se van a enfrentar en cada turno de trabajo con este virus, se merecen esos aplausos. Los demás sólo debemos cumplir indicaciones y portarnos bien, así podremos confiar los unos en los otros.

Un saludo.


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