Revista Comunicación

EITB, en la encrucijada

Publicado el 11 noviembre 2010 por Javiermadrazo

EITB, en la encrucijadaLos medios de comunicación públicos son, por tradición, la joya de la corona de todos los gobiernos. Nadie escapa a la tentacíón de manipular la información en beneficio propio, con el objetivo de promover y favorecer la imagen de un Ejecutivo, un cargo público o una formación política.  Euskal Irrati Telebista (EITB) no ha sido nunca una excepción. El poder es, por naturaleza,  ególatra y su vanidad gusta de verse reflejada en los medios de comunicación públicos, que controlan a su libre albedrío. 

Hasta aquí nada que pueda sorprendernos. Ha sido así en el pasado, es así en el presente y, con seguridad, será así en el futuro.  Sin embargo, siendo cierto todo lo anterior, nunca como ahora EITB ha estado en el epicentro de la política vasca, generando un clima pernicioso para el prestigio del ente público, que salpica  incluso a sus trabajadores, que se han convertido sin pretenderlo en protagonistas de una polémica incentivada desde la dirección en un error de previsión, que bien puede calificarse, cuando menos, como imprudente.  

Entiendo el nerviosismo de los máximos responsables de EITB ante la pérdida continua de audencia, que comienza a ser alarmante, pero este hecho no justifica las declaraciones del Director de Informativos de la Televisión Pública,  Miguel Angel Idígoras. Afirmar que la izquierda abertzale y un sector radicalizado del PNV “están incendiando” ETB para imposibilitar la gestión de la compañía es, a todas luces, una afrenta al colectivo de profesionales, mucho más independientes y objetivos que sus jefes.  No me cabe ninguna duda.

Trabajadores del ente me aseguran que el clima es “irrespirable” y, en su opinión, las diferencias entre la plantilla y la dirección son irreversibles. No descartan pedir dimisiones, aunque son conscientes de que la credibilidad de EITB está en entredicho y no es su intención avivar más el fuego. Al fin y al cabo como trabajadores desean lo mejor para su empresa y saben que la situación actual también es perjudicial para ellos. PSOE y PP se han repartido los cargos de dirección del ente público y han primado la proximidad ideológica sobre la capacidad de gestión. 

El cambio tranquilo ha resultado ser un ciclón y quienes deben informarnos se han convertido en objeto de información.  El revanchismo destruye en lugar de construir y ahora de nada sirve culpar a los trabajadores de los problemas que sus jefes han creado. Un ente público es mucho más que decidir entre abrir el teleberri con López o Basagoiti para seguir con Ares y Oyarzábal.  Implica garantizar e incentivar la pluralidad y la participación, que hoy EITB  niega por la vía de los hechos. El Gobierno López apoya a la dirección del ente, pero imagino que en el PSOE y el PP más de uno se preguntará para que sirve controlar EITB y toda su programación si después sólo te ve un 7,5 de la población.   


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