Ejecuciones y ejecuciones

Esta última semana todos nos hemos enterado de que en EEUU han ejecutado a una mujer. Todos los periódicos nos informaron antes de la ejecución y hoy todos nos informan de que la ejecución ya se ha realizado. Me he paseado por las ediciones digitales de un montón de periódicos, y he extraído alguna conclusión.

En primer lugar, 20 minutos, ABC, La Vanguardia, El Mundo, El País y Público (además de otros diarios digitales menos leídos) cuentan la noticia exactamente igual, no ofrecen ni un dato más, ni una aportación propia. Está claro que es una noticia de agencia, y la han puesto tal cual. Por eso también aparece idéntica en la página de Europa Press. La mayoría de los periódicos la identifican como noticia de agencia (EFE o Europa Press), aunque en El Mundo y en El País aparecen firmadas por personas concretas, a pesar de ofrecer un texto idéntico al de las agencias. El Plural no menciona la noticia ni siquiera en un breve, no sé si por falta de interés en el tema o porque realmente el resto de las noticias de hoy les parecían tan importantes (1) que, a su pesar, han tenido que dejar fuera ésta.

De la lectura del texto, tan repetida una y otra vez, se desprenden curiosas conclusiones, según mi punto de vista. Parece ser que la noticia no es que hayan ejecutado a una persona en EEUU, sino que se ha ejecutado a una mujer. Se nos informa, incluso, de que en Virginia (segundo estado con más ejecuciones tras Texas) no se ejecutaba a una mujer desde 1912 (una criada negra de 17 años que asesinó a su patrona).

Dejando aparte que es lógica una desproporción entre hombres y mujeres ejecutados (ya que hay muchos más condenados que condenadas a muerte), da la impresión de que se opina que es mucho más cruel ejecutar a una mujer que a un hombre. Parece que, a pesar de todos los cambios en cuestión de igualdad de sexos, en el fondo se sigue considerando a las mujeres como esos seres tiernos, desvalidos, necesitados de la protección masculina, etc. Si no hubiera sido una mujer la condenada, este hecho no hubiera merecido dos palabras en ninguno de los periódicos. Como no lo merecen las ejecuciones de hombres que se producen cada año.

Y lo más curioso, desde mi punto de vista. Nadie hace una reflexión ni un comentario sobre la pena de muerte en general, lo que me parece una ocasión perdida para que cada medio dejara claro si tiene una opinión sobre el tema, tanto en un sentido como en otro.

Apunte final. Este post no es un debate sobre la pena de muerte. No quiero una avalancha de 60 comentarios (como ocurre cuando se trata algún tema especialmente sensible) porque me cansa contestar una y otra vez. Sobre todo porque hay personas que sólo leen el post y escriben su comentario sin haber leído los comentarios anteriores, y muchas veces se acaba diciendo lo mismo una docena de veces.

Sólo es una reflexión acerca de la diferencia de trato que se da al tema si el ejecutado es un hombre o una mujer, y la curiosidad de lo que os sugiere ese hecho.

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(1) Eso sí, ha habido espacio para informarnos de que la ministra de Igualdad va a reuniones de Tupper-sex, con el subtítulo de que “se divierte como cualquier persona”.

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Tal día como hoy, hace cuatro años: Melenas, templos indios y viejecitas con moño