“Ejecutor” (1986) – raya diplomática y gomina

TÍTULO ORIGINAL Raw Deal

AÑO 1986

NACIONALIDAD USA

DIRECTOR John Irvin

GUIÓN Gary DeVore, Norman Wexler

MÚSICA Tom Bahler & Albhy Galuten

FOTOGRAFÍA Alex Thomson

REPARTO Arnold Schwarzenegger, Kathryn Harrold, Sam Wanamaker, Paul Shenar, Robert Davi, Ed Lauter, Darren McGavin, Joe Regalbuto

SINOPSIS Un ex agente del FBI es requerido por su antiguo jefe para atrapar al asesino de su hijo. Bajo una nueva identidad, se introduce en el círculo de la mafia de Chicago, donde trata de ser aceptado para llevar a cabo su venganza.

Poco o nada tengo que decir de esta película, y es que no se la recomiendo ni a los fans de Arnold Schwarzenegger. Ésta es una de las peores películas de Arnold. El guión hace aguas por todas partes, por los desastrosos diálogos y por cosas que suceden en la película así sin más.

A quien sí que le recomiendo esta película es a toda esa gente que lo único que le interesa en una película es que solo haya tiros y hostias sin importar nada más.

¿Y para hacer que Schwarzenegger pareciera un mafioso? Te lo ponen de repente con un traje carísimo de rayas verticales y te lo repeinan. Anda que… Hacen falta rayas para ver esta película, pero no en el traje.

En este caso el pisto en plan “little Italy” es nefasto, pues no hay más que ver los créditos para descubrir que esta película que se nos cuela como estadounidense es en realidad medio italiana (casi todo el equipo de la producción tiene apellido transalpino) y anda en la línea de las más tremendas bazofias de acción.

El acabado, en el más puro estilo serie B, es muy malo y no hay por dónde cogerlo. Barata. Cutre. Mal montada y peor rodada. Las escenas de acción son tan burdas y tienen tan poco realismo que, a veces, incluso mueve a la risa. El guión y las interpretaciones son dignas del vómito.

Pero desde el cariño y la nostalgia se puede llegar a ver… Por aquel entonces las películas de acción eran diferentes, nos molaban estas cosas de machos  que se rodaban y exhibían como churros, al igual que ahora se está haciendo con las películas de cómics. Además, también se debe comprender que este subproducto de acción varonil opera como ejemplo perfecto de lo que era una industria en su momento, Una tipología cinematográfica casi extinta y que nunca volverá a sus tiempos de esplendor.