Hoy os traigo una de esas entradas que sacan una sonrisa, ya que muestra un ejemplo real de materiales utilizados en la práctica cotidiana y muestran como la creatividad de los profesionales es, en muchas ocasiones la mejor baza para la intervención.
En este caso se trata del desarrollo de un programa de autonomía personal que tiene como objetivo que la persona realice una secuencia de actividades (en el tiempo comprendido entre levantarse y coger la ruta para ir a la escuela) y que además estas actividades se desarrollen en un período de tiempo limitado.
Para hacerlo solo se han necesitado los siguientes ingredientes:
- Folios e impresora.
- Un temporizador de cocina.
- Pictos de ARASAAC.
- Mucho cariño y buen hacer.
El resultado… es el siguiente:
- Un folio con instrucciones secuenciadas.
- Una hoja de auto-check para rellenar por la persona (y potencialmente conseguir algunos refuerzos por ello)
- Un objeto de tenología punta (tan eficaz como el pre-iPad que os mostré en una entrada anterior) capaz de mostrar visualmente el orden de las acciones y asignar tiempo a las mismas.
Os dejo con las fotos para que podáis valorarlo vosotros mismos, no sin antes agradecer a mis compañeras Geñi y Mariñe la imaginación y el resultado que podéis ver a continuación.
Secuencia de actividades marcadas visualmente mediante el uso de pictos de ARASAAC
Registro de autoevaluación con casillas para marcar la consecución de cada actividad de la secuencia.
Temporizador en el que se han incluido pictogramas de ARASAAC para facilitar la comprensión temporal y apoyar el desarrollo autónomo de las actividades propuestas.
Saludos y hasta dentro de unos días.