Tras leer el chiste, que no tiene ni puta gracia del Mendi, y los comentarios, recordé la conversación que tuve sin ir más lejos con mi compañero de paseo de perros, explicándole cómo se van a conducir ciertas empresas, de servicios informáticos.
Y no es que le tenga una especial manía, es que es el sector que mejor conozco. Ante el efecto del año 2000 en el mundo de la informática hubo una “revolución”. Tras una pequeña época de crisis, los empleados empezaron a poder ponerse sus propios sueldos. Lo único que tenías que hacer era cambiarte de empresa, engordar tu curriculo (ahí me da igual si con fundamento o aire, eso va en función de la conciencia de cada uno) y pedir un par de kilitos sobre lo que andaban ganando. Incluso según pasaba el tiempo y la necesidad apremiaba más, igual ya no eran dos kilitos, pero aún así cada cambio de empresa o contraoferta de tu compañía, no solía bajar del medio millón o el mismo millón.
Por supuesto, las empresas tuvieron que tragar. Los clientes tuvieron que tragar. Eso no quiere decir que ni los clientes ni las empresas, perdieran la memoria. No. En cuanto empezó esta crisis los clientes, te devuelven los técnicos con perfiles más altos, los más caros, prefieren pagar una tarifa menor, aunque luego esperan que le des el servicio que le daba el técnico de una categoría superior.
Si en las vacas gordas para el empleado, se echaban horas y se echaron muchas, que el año 2000 arreciaba y no se habían cambiado todos los programas a 4 dígitos la fecha del año, pero a cambio solía conseguir y aquí esto también es importante, sin sindicatos, sin comités de empresa, negociación de tú a tu con tu jefe bajo amenaza de largarte o con algún proyecto más crítico que otro, porque no es lo mismo dejar con el culo al aire al Banco Santander que a mindundis unidos… pues se conseguían ciertas prevendas para los técnicos de dicho proyecto.
Así que por un lado tenemos que los empleados se buscaron la suerte que tuvieron, subiéndose los sueldos hasta un 500% en algunos casos que partían de muy poco y los nuevos empleos y un 200% el resto. (Hablo de memoria y a grosso modo). ¿Para qué necesitaban un sindicato entonces? No iba a mirar por lo mejor para cada uno, sino lo mejor para el conjunto y eso igual hacía que quien era más avispado, no pudiera sacar, todo lo que sacó. Pan para entonces, hambre para hoy.
También se aceleró la carrera profesional de una forma alucinante. Yo en 3 años me encontré con un programador sin experiencia que había llegado a analista orgánico “senior”… así en 3 años… y no me salen las cuentas, ni siquiera si quiero ser generosa, un año de programador junior, otro de programador senior, dos años de analista programador, otros dos de analista orgánico junior… y eso si eres muy avispado, si tienes muchas oportunidades de ir incrementando tu responsabilidad y no tirarte 4 años cambiando “moves”… en fins…
El resultado de esto es que nos encontramos con profesionales con mejores o peores conocimientos. Ya han pasado muchos años, momentos más bajos, en los que la gente ha tenido que espabilar. Algunos habrán llegado a tener los conocimientos acorde a sus categorías profesionales, otros quizá llegaron algo tarde y ya tienen conocimientos por encima de su categoría profesional. Éstos últimos igual tampoco es que tengan el sueldo que se merecen por conocimientos y experiencia.
Pero la gran mayoría de entonces, hoy tienen sueldos que siguen siendo muy altos para la media. Con un montón de profesionales que tienen los mismos conocimientos. Con tanta movilidad entre empresas, las pequeñas se han ido a la mierda, en cuanto arreció la crisis. Las grandes al no ganar todo lo que esperaban empezaron a despedir, poco a poco al principio. Gente que se movía por el paro, y que medianamente volvía a encontrar trabajo rebajándose el sueldo de forma considerable. Pero según avanza la crisis, los clientes contratan menos, quieren tarifas más bajas o mantener las de años anteriores. Muchos además pagan mal y tarde. Te devuelven facturas, te marean la perdiz y casi te obligan a demostrar con hechos, hechos que suelen estar validados en los mismos sistema del cliente, que se ha trabajado lo que les estás facturando. Vamos, que las empresas se ven obligadas, casi a que sus empleados les manden pantallazos de lo que los clientes les están validado cómo horas trabajadas.
Y esto repercute en la cuenta de resultados de las compañías. Y las centrales, empiezan a exigir que tienes que ganar lo que ellos han puesto en la previsión. ¿Qué hacen entonces las compañías? bueeeno, igual se suben el renting de los coches para los directivos y barajan quitar la ayuda de comida que tienen TODOS los empleados. Al fin y al cabo, empleados son muchos y directivos pues unos cuantos también pero no tantos. Hay que tenerlos contentos, porque son los que van a poner en marcha el plan necesario para conseguir dichos beneficios.
Es muy fácil. Tienes un técnico con 15 años de experiencia, que lleva en tu compañía pongamos que 12 años (casi de los últimos en entrar en el efecto 2000). Con un sueldo de los del “chantaje” de los empleados. Y luego tienes que entre esos 5 millones de parados, igual te encuentras con que hay unos cuantos miles con su mismo perfil laboral. Y además están desesperados, no encuentran trabajo. Antes de la reforma laboral, entre el sueldo y la antigüedad, la empresa se lo piensa. No sirve “cambiar” a un técnico, sirve si el plan es cambiar a muchos, o por lo menos a los que los del departamento de recursos humanos (léase recursos inhumanos) han detectado que son la mejor franja para quitarse de en medio. Y antes era una pasta, sobre todo si tu compañía no hace ERES, que de esas también hay.
Tras la reforma laboral ni siquiera necesitas explicar porqué. Fácil, ponte malo un par de veces, que ya te llamaremos para que recojas tus cosas. Esa casi es la más fácil y cómoda. Otra opción es que la compañía te venga a contar que necesitan que arrimes tu hombro y que te bajes el sueldo. Y no un poco, casi a precio de mercado, o quizá un poquito más. Pero claro, igual eso es tener un empleado cabreado y mejor uno que ya venga acobardado del paro. Igual así, éste que se va ahora allí, igual vuelve a cualquier otra empresa, con mucho menor sueldo y muchas menos reivindicaciones… ¡señor, qué malo es el miedo!.
Previo a la última reforma laboral, el miedo ya está consiguiendo que la gran mayoría de las empresas de servicios de informática, estén haciendo jornadas de 10 ó más horas… hasta tener que escuchar a algún que otro soplagaitas de un cliente, hacer la “gracieta” de que “esos de la conciliación familiar son los que ahora llenan las colas de paro“, ¡será hijo de puta, cada vez que lo recuerdo me hierve la sangre!.
Clientes que dejan muy claro a los trabajadores que si no se quedan hasta las 10 de la noche, pueden recoger sus cosas al irse. Empresas que han dejado de intentar cobrar esas horas, que han dejado de defender a sus empleados. Porque no tienen otro sitio dónde meterlos. Porque si se quedan sin proyecto, igual se van a la calle. Lo que al final, hace que dejen a criterio del empleado si ha de tragar o no. ¡Qué alguien me diga si esto es esclavitud o no lo es!
Por supuesto, que en este tiempo, hay mucha gente que se acuerda de los sindicatos. ¿Qué dónde están? ¿Qué para qué sirven? ¿Por qué no me defienden?… vamos… que para ganar, para qué vamos a ser solidarios y para perder, hostia, la culpa vamos a echársela a otros.
Claro que tampoco ayuda mucho que alguna que otra lista amarilla del comité de empresa amarillo del sector, esté bajo las siglas de uno de nuestros dos “grandes” sindicatos y que el otro, se dedique a seleccionar personas para el comité de empresa que son votantes del PP que a lo único que van es a salvarse el culo y mejorar sus condiciones laborales. *
Pero nada, cómo se consideran burguesía, cómo muchos a lo que aspiran es a ser empleado con coche en leasing. ¿Cómo vamos a dejar de votar a quien va a mantener ese estatus quo?… que va… eso sí, mientras tanto, nos la van a meter doblada, mientras tanto, igual dejas de ser o de poder considerarte burguesía y te das cuenta de que aunque vayas con traje y corbata, no eres más que un obrero, que tu casa peligra, que la comida de tus hijos peligra, que la salud de tu familia peligra, que la educación de tus niños peligra… e igual, te das cuenta de que no es luchando contra quien está cómo tú, cómo se solucionará esto. Igual es que hay que recordar que las clases sí que existe, que la lucha de clases sí que existe y que mientras nosotros andamos cada uno por nuestra cuenta, el poderoso, sigue aumentando la distancia, sigue aumentando su influencia en los medios para seguir luchando en contra nuestra. Porque aunque tú y tú y aquél de más allá, no lo esté haciendo, ellos sí que lo hacen, día tras día, momento tras momento. Y además estoy casi segura de que según van ganando batallas, se les escaba la risa floja de lo sencillo que les está siendo… así que sí… tú sigue votando la derecha, sigue votando PP, sigue votando PSOE… luego diremos que no nos merecemos lo que tenemos… e igual no lo merecemos, pero es que somos GILIPOLLAS.
La foto la he encontrado en Flapa
* Obviamente esto último es un caso muuuucho más restringido a un par de casos que conozco, lo otro es algo más general.