Uno de los errores más comunes a la hora de comenzar a realizar ejercicio físico, es hacerlo sin una preparación previa necesaria ni respetar una introducción progresiva.
Está claro que es una DECISIÓN TOTALMENTE ADMIRABLE EL HECHO DE PASAR DE VIDA A SEDENTARIA A VIDA ACTIVA, pero debemos respetar ciertos puntos importantes, esto es:
- EMPEZAR DE FORMA PROGRESIVA: el cuerpo debe adaptarse al movimiento, poco a poco, de forma que el propio entrenado vaya percibiendo las mejoras sin percibir dolor excesivo, malestar o cualquier aspecto negativo derivado de este cambio.
- CUIDAR EL ASPECTO PSICOLÓGICO: es importante que la persona esté en todo momento satisfecha con la decisión que ha tomado, debemos empezar con una actividad que nos guste y con la que disfrutemos, el ejercicio debe ser algo positivo SIEMPRE.
- ASESORARSE CON UN PROFESIONAL: insistimos, es una decisión importante, por ello, alguien que se introduce en la vida activa tanto si es su primera vez como si lleva un tiempo largo sin practicar ejercicio, debe asegurarse de contactar con un profesional, que le indique cómo debe comenzar, o bien, si es su primera vez en una clase dirigida, debe informar de esto al técnico y que éste lo tenga en cuenta, facilitándole instrucciones precisas y fáciles de entender.
En tal caso, la recomendación es PONERSE EN MANOS DE UN ENTRENADOR PERSONAL CUALIFICADO (debemos ser exigentes y estudiar bien la formación de este profesional), al menos durante un tiempo hasta que el cuerpo se adapte, de esta forma evitaremos posibles lesiones, trabajaremos intenso pero bajo control, el entrenador personal se adaptará a nuestras preferencias y el ejercicio físico será algo adictivo en lugar de repulsivo.
Además, está demostrado que la actividad física programada es más eficaz que la no programada, para obtener mejoras en los diferentes parámetros que definen la condición física.
Un programa de entrenamiento individualizado provoca mayores adaptaciones que un programa estándar, siempre se debe prescribir ejercicio físico en función del nivel inicial de aptitud física.
Los objetivos más comunes suelen ser:
- Mejora de forma física.
- Bajar peso.
- Mejora de la salud.
- Realizar ejercicio físico más sano, más eficaz y sobre todo, más seguro.