Revista Deportes
Yo me voy a centrar en uno de estos obstáculos, el pase, que es “el elemento base de
la expresión colectiva”. De hecho, sin él la creación del juego no existiría,
pues muy pocas veces –estoy pensando en el famoso gol de Maradona a la selección
alemana en el Mundial de Argentina- un jugador puede avanzar hacia la portería
contraria sorteando a los jugadores del otro equipo hasta conseguir el gol. E incluso en
esos casos, siempre necesita apoyarse en algún compañero, aunque sea para hacer
una pared, que le permita seguir avanzando.
El pase se ha definido de diferentes maneras:
Lacuesta Salazar lo define, de una manera sencilla y precisa, aunque insuficiente,
como “la acción de darle el balón a un compañero durante el juego”.
Amado Peña nos ofrece una definición quizá demasiado abstracta y general,
aunque interesante porque introduce el concepto de comunicación, desde mi punto
de vista fundamental, pues el pase implica el entendimiento mutuo entre dos
jugadores: “Ejecución técnica de comunicación entre dos jugadores del mismo
equipo”.
Para Azhar, finalmente, el pase “es el acuerdo tácito entre dos jugadores que
llegan a ser dos puntos de unión del balón. Uno transmite el balón, el otro ejecuta
el movimiento (control, amortiguado, etc.) para apropiárselo”