Es claro que no somos unas máquinas que solo están programadas para trabajar. Somos humanos, y como tales nuestro cuerpo es capaz de sentir también cansancio, estrés, agobio y muchas más maneras negativas, que no nos hacen ser eficientes y productivos en nuestro trabajo. Porque vamos, ocho horas seguidas de trabajo es una locura, sin mencionar a las personas que lo hacen por más horas.
Te puedes distraer en tu celular, con muchas aplicaciones a veces, con tus compañeros de trabajo, o escuchar música. Pero admitamos que seguimos aun así en una solo posición, ya sea sentados o de pie en algunos casos.
Por esto, te escribo en este artículo una propuesta saludable para tu cuerpo, que te lo agradecerá.
Dedícale 5 minutos por cada hora de trabajo o como a ti te convenga a estos sencillos ejercicios:
Empezando con la cabeza, pues es ahí donde se acumula más tensión.
- Ponte derecho, abre el pecho, respira y empieza a bajar tu barbilla despacio contando hasta 10. Para luego subirla a su posición contando de la misma forma.
- Echarás tu cabeza hacia atrás con la boca un poco abierta porque es mejor para las cervicales, de nuevo despacio hasta 10, y vuelves de nuevo a su posición.
- Ahora gira tu cabeza al lado derecho despacio hasta 10 y repites con el otro lado. No te olvides de respirar.
- Sigue con tu cabeza a manera que tu oreja derecha toque tu hombro derecho, hasta 10, y repites con el otro lado.
- Para finalizar, sube tus hombros varias veces, gíralos para atrás y adelante y también puedes girar un poco tus muñecas y tobillos.
Bueno, ya tenemos el cuerpo más relajado.
Otros pequeños consejos para la oficina:
- Siéntate cada cierto tiempo con las manos entrelazadas atrás de la nuca, de esta forma abrirás el plexo. Esta es como una postura de triunfo, control y satisfacción. Estira bien en esa postura, hará que también tengas una actitud positiva.
- Si trabajas con computadora por mucho tiempo se te puede irritar la vista. Así que te recomiendo que cierres apretadamente los ojos y abre. Repite por lo menos 3 veces.
- Si tienes una ventana cerca, ve y mira hacia el punto más lejano que puedas. De esta forma trabajarás la vista de lejos. Se dice que se pierde visión por no ver los horizontes ya que tenemos todo muy cerca y nos limitamos a eso.