Revista Remedios

Ejercicios hipopresivos y sus beneficios

Por Gabriel Giner @esaludcom

Los ejercicios hipopresivos son una técnica ciertamente innovadora en lo que se refiere al entrenamiento abdominal. Este método se ha hecho muy popular en los últimos tiempos debido a que aporta innumerables beneficios para la salud de quien los practica. Los ejercicios ayudan a la recuperación posparto, mejoran ciertas terapias, reducen visiblemente el volumen del abdomen y mejoran el rendimiento deportivo, entre otras ventajas.

Los hipopresivos consisten en practicar ejercicios abdominales sin generar un aumento de presión en la zona. Como su propio nombre indica, “hipopresivo” quiere decir menos presión.

Esta técnica fue descubierta y desarrollada por un fisioterapeuta belga. Durante un examen rutinario a una paciente con un prolapso, se dio cuenta de que, en estado de apnea, la zona pélvica tenía tendencia a subir y el prolapso se hacía menos pronunciado. A partir de este descubrimiento, se dedicó a desarrollar una serie de ejercicios específicos para conseguir relajar el diafragma y, como consecuencia, reducir la presión que se ejerce sobre los órganos del interior de la zona pélvica.

Los resultados de la práctica de estos ejercicios demostraron que se había conseguido un método revolucionario para fortalecer la faja abdominal y para ayudar en terapias de recuperación pélvica. Incluso se podían aplicar en la recuperación de hernias discales y para aliviar otros problemas de espalda.

Los ejercicios hipopresivos en fisioterapia

Abdominales hipopresivos

​La realización de ejercicios hipopresivos en fisioterapia ayuda a muchos pacientes a resolver problemas de distinta índole. Entre las ventajas que aporta este tipo de entrenamiento se encuentran las siguientes:

  • ·Contribuyen a mitigar de forma significativa el dolor de espalda. Esta técnica mejora la postura de la persona y reduce el dolor de cuello, del trapecio y de casi toda la espalda.
  • Ayudan a reducir el volumen de la cintura de forma espectacular. El contorno de la cintura disminuye notablemente con la práctica de estos ejercicios. Además, al fortalecer la faja abdominal, el área se aplana y se endurece. Como consecuencia, se proporciona un soporte perfecto para la zona lumbar y se consigue un aspecto muy buscado por la mayoría de las personas. Para quien quiera reducir barriga, los hipopresivos pueden aportar resultados visibles.
  • Contribuyen a aumentar la capacidad respiratoria. Al practicarse en apnea y gracias a la expansión torácica que se consigue, mejora la capacidad respiratoria. Es un tipo de ejercicio ideal para personas con asma u otros problemas relacionados con la respiración.
  • Mejoran considerablemente la postura y ayudan a mantener el equilibrio. Tras varias sesiones, este efecto se nota considerablemente tanto al permanecer de pie como en reposo. La mejora en la postura ayuda a relajar la espalda y previene dolores.
  • Ayudan a prevenir las hernias tanto inguinales como abdominales, vaginales o discales gracias a la mejora en el tono de la zona pélvica.
  • Disminuyen la diástasis del abdomen, sobre todo después de un parto, ya que reducen la separación de los rectos producida por el embarazo.
  • Previenen y reducen la incontinencia urinaria y los prolapsos de órganos internos. Al mejorar el tono del suelo pélvico, la vejiga adquiere más fuerza y más control, lo que evita pérdidas indeseadas. Asimismo, el buen estado de la zona pélvica evita el descenso de los órganos relacionados.
  • Ayudan a mejorar el rendimiento deportivo gracias a que se consigue una mayor oxigenación de los músculos y del organismo en general. La persona se fatiga menos y rinde más. Además, la mejora de la postura también favorece la práctica deportiva.

La realización de los ejercicios hipopresivos es tan sencilla como eficaz. No se requieren máquinas u otros aparatos especiales para practicarlos. Además, pueden hacerse casi en cualquier lugar y momento. Solo es necesario conocer la técnica, utilizar ropa cómoda y disponer de un espacio donde tumbarse o sentarse con la espalda recta.

La respiración es lo primero que debe dominarse para lograr resultados con esta técnica. Es una de las fases más importantes para que esta práctica sea llevada a cabo correctamente. Se trata de aspirar el aire profundamente de tal manera que la persona note cómo las costillas se expanden y la zona torácica de llena de oxígeno. Después de realizar unas cuantas aspiraciones, se debe expulsar todo el aire, sin dejar de mantener las costillas abiertas. Cuando ya no quede nada de aire en el interior, se aguanta la respiración y se realiza un movimiento de succión del abdomen, hacia adentro y hacia arriba, con el que se trata de abrir al máximo las costillas. Hay que mantener esta postura durante varios segundos y, a continuación, relajar la zona y volver a respirar. A medida que se repiten, los ejercicios van cumpliendo su función.

Los ejercicios hipopresivos deben realizarse con constancia para que puedan apreciarse sus resultados. Aproximadamente, en unos tres meses ya puede verse la mejora, aunque depende del estado físico en el que la persona se encuentre cuando empiece a realizarlos.


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