Ejercicios de conciencia corporal
Hemos hecho ejercicios de dicción con trabalenguas, que al mismo tiempo que ejercitan la pronunciación de determinados sonidos, la emisión limpia de sílabas y la vocalización, aprovechamos para ejercitar la emisión de voz en una sola inspiración de aire. Los trabalenguas se leen una y otra vez, cambiando de mano, para que todos lean todos, y se pronuncian primero en tres inspiraciones y espiraciones, luego en dos y luego en una sola inspiración. El siguiente paso es memorizarlos, no sólo porque de ese modo se facilita la dicción y vocalización, sino que además se ejercita la memora, que más adelante nos será tan necesaria. Hay que leer despacio, gesticulando con la boca en la pronunciación lo más exageradamente que se pueda, y, sobre todo, regulando la emisión de aire para que llegue hasta el final.
Las imágenes pertenecen a otro tipo de ejercicios, pero dan idea de la atmósfera de concentración y trabajo que mantenemos en clase.
Hay chicas chachareras que chacotean con chicos chazos. Y un chico mete al chillón de la chepa un chichón por chirrichote, y el chiste, y lo chocante, es que la chepa se le ha chafado con la hinchazón del chirlo.
En la mañana, la mamá de Ana Zavala va a la plaza a cambiar cáscaras de naranja por manzanas, bananas, patatas y calabazas, para lavarlas, aplastarlas, amarrarlas, empacarlas, cargarlas y mandarlas a Canadá.
Cansadas, cargadas, rapadas, marchaban las chavas; calladas, calmadas, bandadas de gatas las ratas cazaban; las ranas cantaban, llamaban y al saltar sanaban de su mal astral.
Ejercicio de conciencia corporal
Yo vi en un huerto un cuervo cruento comerse el cuero del cuerpo del puerco muerto.
El muy tumultuoso frufrú del cucurucho de uruchurtu, un gutural zulú del sur, sucumbió ante el muy usual susurro de las burbujas de púrpura del tul del tutú de Lulú.
Una pájara peca, meca, derga, andorga, cucurruchaca, coja y sorda, tiene unos pajaritos pecos, mecos, dergos, andorgos, cucurruchacos, cojos y sordos, si esta pájara no fuera peca, meca, andorga, cucurruchaca, coja y sorda, no tuviera los pajaritos pecos, mecos, dergos, andorgos, cucurruchacos, cojos y sordos.
Mimí y Lilí quisieron vivir en el Mississipí sin límite vil militar ni civil, sin minibikinis, sin clínicos hippies, sin bilis visibles ni tinte viril.
Platicando placidamente en la plateada planicie de la playa se oía el plañir plañidero plañendo.
El que escuche el plañir plañidero plañendo será un gran plañeador.
Coco romo contó los potros y los toros del soto, y el loco moro cogió los potros, tomó los toros, y sólo por sus lloros se los condonó.
Los trabalenguas están tomados de esta página web, donde se pueden encontrar muchos más:
Página web de los trabalenguas
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